Adjudicada a Ocisa la reurbanización de los accesos al área pacificada de San José

La intervención, que es la primera parte de un proyecto más ambicioso de corredor entre el centro y el campus universitario, se centra en la creación de diez puertas de acceso al barrio de San José. ¿Puertas? Se trata de dar continuidad a la acera, en los cruces, mediante el estrechamiento, elevación y cambio del pavimento de la calzada, para que los coches que van a atravesar la intersección perciban con claridad que acceden a un área residencial, de tráfico calmado. Es, por tanto, una reurbanización puntual de los accesos rodados perimetrales al barrio logroñés.

Las puertas están en Beatos Mena y Navarrete, Padre Marín, Caballero de la Rosa, Cigüeña y San José de Calasanz, las cinco calles que atraviesan el barrio de norte a sur y de este a oeste y, por tanto, son las que más tráfico soportan tanto de vehículos como de peatones.

Las actuaciones serán dos en Beatos Mena y Navarrete, tanto la entrada por avenida de la Paz como la salida por Madre de Dios; dos en Padre Marín, tanto la entrada por Madre de Dios como la salida por avenida la Paz; en Caballero de la Rosa, la de entrada por avenida de la Paz y salida por Madre de Dios; las dos de Cigüeña, entrada por San Millán y salida por Luis de Ulloa y las de San José de Calasanz, entrada por Luis de Ulloa y salida por San Millán.

El concejal de Desarrollo Urbano, Jaime Caballero, señaló ayer, tras la reunión de la Junta que dio su visto bueno a la adjudicación, que la intervención planteada aumentará la superficie peatonal y estancial, permitirá aumentar el mobiliario urbano con nuevos bancos, aparcabicis y marquesinas en las paradas de autobús y que también se habilitarán zonas ajardinadas que harán de sumideros naturales.

Todo con el fin de conseguir que en el espacio interior de esta zona delimitada el tráfico se reduzca y modere su velocidad siguiendo el modelo de las 'supermanzanas'.

La obra contempla además la remodelación parcial de Luis de Ulloa entre Cigüeña y San José, de manera que se podrán adecuar carriles bici junto a la calzada, que pasará a ser de un carril por sentido. El actual carril bici, que discurre por la acera y presenta notable deterioro, quedará así sustituido. Se busca, al fin, más seguridad de peatones y ciclistas, además de atenuar la velocidad del tráfico rodado de este tramo de calle frente al campus. Todos estos cruces forman parte del futuro eje ciclista que conectará el centro y la Universidad y que conforma una segunda fase de actuación para la que se está buscando financiación.