Logroño

Adiós definitivo a la vieja estación de autobuses, saludo precipitado a la nueva

Tras décadas de servicio, Logroño se despide de su tradicional estación de autobuses al mismo tiempo que abre las puertas de la nueva, más grande y moderna

Martes, 12 de septiembre 2023, 02:16

La emblemática estación de autobuses de Logroño, testigo de casi 65 años de viajes y encuentros, ha cerrado esta noche -y de forma definitiva- sus puertas. Un emotivo adiós que ha tenido lugar, tras una intensa semana repleta de preparativos, después de recibir entre ... aplausos a su último autobús: un Alsa procedente de Madrid que ha llegado sobre las 23:45 horas de este lunes a la terminal.

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Sentado en un banco, expectante a la llegada del vehículo en el que viajaba su mujer, María de los Ángeles Redondo, se encontraba el logroñés José González, que -sin quererlo ni esperarlo- presenciaba emocionado el último adiós de la estación. «Aunque llevo viniendo a este lugar desde que era muy pequeño, no siento tanta nostalgia. Creo que el cambio era muy necesario, tanto para los viajeros como para los propios autobuses. Es cuestión de habituarse», aseguraba, con la mirada puesta en las dársenas.

No muy lejos de él, los hermanos Verano, Mariano y Ana, junto con la miembro más pequeña de la familia, se tomaban fotos con la terminal de fondo. Ella vestía el atuendo típico de Logroño. Él, más discreto, portaba la cámara tratando de capturar la mayor parte de detalles, necesarios para materializar el recuerdo.

«Hemos venido porque consideramos que es un día histórico para la ciudad. Aunque sabemos que es un avance, también hemos encontrado en este cambio una mezcla de sentimientos», argumentaban con cierto júbilo. «La nueva estación es más accesible y cómoda. Ésta estaba algo anticuada, aunque siempre la recordaremos por todos los viajes que hemos vivido y, a la nueva, por todos los venideros», explicaban denotando un alto grado de comprensión y complicidad para con el lugar.

Frente a ellos, el último autobús en salir de la estación de Pío XII, un Bilman con destino a La Manga del Mar Menor y con parada en Valencia y en Benidorm, acogía a sus últimos pasajeros. En total, unas treinta personas accedieron al vehículo después de introducir su equipaje en la parte habilitada del transporte. Sí. Eran ellos. Los últimos pasajeros en salir de esta -para la mayoría- «anticuada» estación. «Está oscura, es algo pequeña y se ve vieja», confirmaba David Toral, de 21 años y natural de Calahorra, instantes antes de tomar asiento. Al igual que él, varios pasajeros compartían la misma opinión.

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El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, fue una de las voces destacadas en este emotivo cierre. Con un discurso cargado de esperanza y una visible muestra de alegría, expresó que «esto representa un gran cambio para la ciudad de Logroño. Hay mucho pasado, mucho esfuerzo y mucha colaboración entre la administración y la comunidad. Hoy, le damos la despedida a una estación que ha estado en funcionamiento durante 65 años y damos paso a un nuevo tiempo».

Asimismo, junto al concejal de urbanismo, Javier Martínez, y el concejal de movilidad, Ángel Andrés, el alcalde resaltó su compromiso por darle una nueva vida a las instalaciones de la nueva terminal, «mucho más accesible, luminosa, funcional y estética».

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Por su parte, el conductor de Alsa, José Antonio Fernández, recién llegado de Madrid, se mostraba un tanto sorprendido con el cambio. «Este traslado era necesario en una ciudad como Logroño, con una estación antigua que estaba un poco fuera de lugar. Aunque la nueva no la conozco no estoy nervioso. Quizá un poco porque no estábamos bien informados de este cambio», aseguraba algo molesto. Pese a ello, no ocultaba su entusiasmo, dándose el gusto de tocar -a modo de despedida- el claxon.

Dando la bienvenida a la nueva estación

Simultáneamente y en marcado contraste con este acontecimiento, las luces de la estación de autobuses ubicada en la avenida de Colón se encendían después de siete largos años de espera -los cuatro primeros de construcción-, iniciando con ellas su tan esperada inauguración.

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Segundos antes de abrir sus puertas, la expectación crecía en las dársenas mientras trabajadores y vecinos se congregaron entre ellas y la zona de espera, aguardando la llegada del primer autobús, programado para las 00.15 horas y proveniente de Santo Domingo de la Calzada.

La nueva estación, con su espaciosa y reluciente sala de espera, recibió a los primeros viajeros con gran entusiasmo. Felipe Turiel, el gerente de la estación, auguraba dicha impresión: «La emoción es palpable. No había más que verlo en los últimos servicios que se despidieron de la vieja tocando el claxon. Creo que esta será una experiencia totalmente diferente para los viajeros que lleguen a Logroño«.

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La llegada del primer autobús a la nueva estación fue un momento lleno de emoción y alegría. Abel Aragón, conductor de Jiménez Movilidad, compartió sus pensamientos con entusiasmo: «Es verdaderamente gratificante ser el primero en estrenar esta instalación y marcar este cambio. La antigua estaba bastante desgastada. Todas las ciudades necesitan evolucionar».

En medio de las emociones encontradas entre la despedida de lo antiguo y la bienvenida a lo nuevo, los habitantes de Logroño celebraron este cambio que marcará una nueva era en los viajes y la movilidad de la ciudad.

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