Una de las niñas saharauis con la familia de acogida con la que pasará los dos meses de verano. :: MIGUEL HERREROS

En La Rioja, lejos del desierto

Los niños saharauis llegaron anoche a Logroño tras un viaje de 30 horas

África Azcona

Miércoles, 28 de junio 2017, 11:14

Los 37 niños saharauis, de 10 y 13 años, que pasarán el verano en La Rioja gracias al programa 'Vacaciones en Paz' ya se encuentran con sus familias. Pasadas las nueve de la noche se apeaban del autobús que los traía desde Pamplona después de ... un complicado viaje de 30 horas, que comenzaba el lunes a las tres de la tarde, cuando abandonaban los campamentos de Tindouf (Argelia) para pasar los dos próximos meses en La Rioja, alejados de los rigores del desierto. La fuerte tormenta que se precipitó ayer en la capital navarra los tuvo retenidos en Argel durante varias horas hasta que se dieron las condiciones idóneas para poder aterrizar sin problemas, toda una odisea que terminaba felizmente cuando comenzaban, por fin, a desfilar por la plaza del Mercado en dirección al salón de usos múltiples del Ayuntamiento, donde les esperaban sus nuevas familias con los brazos abiertos y los nervios a flor de piel. Las caras de los pequeños mostraban el cansancio, pero no dejaban de sonreír sobre todo cuando iban reconociendo a los suyos, que debieron contenerse a la espera de que los organizadores los fueran agrupando.

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Muchos no pudieron, sin embargo, aguantar y comenzaron sin remedio los abrazos, también a aflorar las lágrimas. Los miembros de la Asociación Riojana de Amigos del Sáhara, que promueven la iniciativa, fueron los encargados de las presentaciones, aunque ayer eran pocos los padres primerizos, la mayoría repetía. Se vivieron momentos de gran emoción y es que para algunas madres de acogida como Elvira Dávila este es el quinto verano que acoge a Mohamed Bata, que llegó por primera con diez. «Para mí es como mi hijo», se sinceraba, «como el hijo que se va de Erasmus y vuelve cada año...». «Le he preparado para cenar macarrones, pavo y napolitanas, que le encantan», decía poco antes de la llegada del autobús dispuesta a ofrecerle todo tipo de mimos, sobre todo en unos momentos en que la población saharaui está sufriendo drásticamente el recorte de la ayuda internacional. «El verano pasado ya comentaba que les llegaban menos alimentos, pero además este año las inundaciones les ha dejado sin casa...», relataba satisfecha de que el joven tenga ahora las comodidades inimaginables allí.

El abrazo también fue intenso entre Rosa Cruz, de Rincón de Olivedo, y el 'hijo' que acaba de conocer después de buscarlo con evidentes nervios entre todos los niños. «Es algo que he querido hacer siempre, pero no ha sido hasta ahora cuando he dado el paso. Vi en TVR que pedían familias y aquí estoy, con ganas de tenerlo en casa y presentarlo a mi familia, que está deseando de conocerlo...», señalaba resumiendo el sentir de todas las familias.

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