Sin suelo que vender dos años después

La respuesta gubernamental al también secretario regional de los socialistas riojanos, que preguntaba en el 2016 como ya hiciese en el 2014 -también lo hizo Francisco Martínez-Aldama en el Senado- aunque ahí sí que se les precisó a ambos que entonces «se estaba trabajando en la elaboración de la documentación necesaria para tramitar la desafectación de las parcelas interesadas conjuntamente con la transmisión de las mismas a la sociedad de integración», confirma también que los planes, establecidos en el nuevo programa de venta de suelo tras la refinanciación del crédito sindicado de 220 millones, han vuelto a saltar por los aires.

El problema añadido, además, es que con el nuevo contrato de financiación, el que está en vigor desde el 31 de julio del 2014, «la garantía de la devolución del crédito no se constituye (ya) sobre los propios suelos, sino que son los socios (y el Ayuntamiento ya ha empezado) quienes asumen el compromiso firme e irrevocable de aportar a la sociedad las cantidades precisas para atender los pagos comprometidos».

Ya el primer programa de venta de suelo que se manejó, tal y como adelantó Diario LA RIOJA, proponía sacar al mercado 13.100 metros cuadrados en el 2011, de que los que se iban a obtener 25 millones; mientras que ya para el 2013 se pretendían vender 88.615 metros cuadrados (el 70,89%) por 177 millones y, para el 2014, 23.285 metros cuadrados por 47,4 millones.

El nuevo programa, elaborado por la consultora Aguirre&Newman en el 2014 aunque ya desfasado a raíz de los acontecimientos, señalaba la conveniencia de vender el equivalente al 11,2% del suelo (como para 150 viviendas) en el 2015; el 18,5% en el 2016 (unas 246); el 23,9% (315 viviendas) en el 2017; el 23,5% (311) en el 2018 y el 22,7% (300) en el 2019. «En todo caso, la puesta en valor de los suelos por parte de la sociedad LIF 2002 queda supeditada a la previa transmisión de los mismos por parte de Adif, actual titular registral de los mismos», advertía entonces la sociedad que gestiona el soterramiento. Y lo cierto es que, dos años después, aún se sigue a la espera.

Los suelos se venderán cuando se vendan, sí, y el Ayuntamiento repite que está a la espera del mejor momento para hacerlo; pero lo cierto es que, a día de hoy, no podría aunque quisiese. Y es que aunque una parte de los mismos fueron desafectados de su uso ferroviario, como paso previo para su posterior cesión, otra parte ni siquiera ha pasado por ese trámite -se está en ello, según precisaba ayer a este periódico la propia Administración local-.

«En relación con el convenio entre el Ayuntamiento de Logroño, el Gobierno de La Rioja y el Ministerio de Fomento para la integración del ferrocarril en la ciudad de Logroño de 31 de julio de 2002, se indica que se han desafectado 107.468 metros cuadrados (42.364 de suelo y los aprovechamientos generados por 65.104), de los 199.520 metros cuadrados que eran (y son ) titularidad de Adif», se precisa también en la respuesta del Gobierno a César Luena.

Si los programas de venta de suelo han sido incumplidos, los anuncios realizados sobre el mismo por parte del equipo de Gobierno del PP no han corrido mejor suerte. La alcaldesa, para más inri y con motivo de la presentación de la solución para las parcelas del soterramiento más cercanas a Vara de Rey, llegó a 'pronosticar' nuevamente que las mismas se podrían comercializar a finales de año o principios del 2018. Una fecha más a la larga lista de plazos ofrecidos y que no se han visto realizados, como finales del 2013 o del 2015, de la misma manera que la nueva modificación del PERI Ferrocarril aún pendiente y que lleva años sobre la mesa -ahora se habla de mayo para su inicio-.

Al respecto, y en otra polémica similar vivida durante la presente legislatura, el PP ya respondía al PSOE en verano del 2015 asegurando que cuando los terrenos del tren se puedan vender, «al mejorar el mercado y terminar la urbanización», habría culminado la desafectación. «Como desde hace meses venimos explicando, LIF 2002, con las tres administraciones que la conforman, ha estado trabajando en la refinanciación del crédito que sustenta las obras de la fase I del soterramiento. En paralelo, Adif Patrimonio inició el trámite administrativo para desafectar los terrenos liberados de modo que su titularidad pueda pasar a la sociedad y ser enajenados por ésta. Esta enajenación, además, se producirá en el momento en que -por una parte- las condiciones del mercado hayan mejorado y hagan aconsejable su materialización y -por otra- cuando la urbanización de ese suelo haya finalizado», tranquilizaba entonces.

Ello no ha impedido que tras las correspondientes aclaraciones se hayan seguido ofreciendo plazos para el inicio de la venta. Y ello pese a que, también en aquella ocasión, se aclaró que «hasta llegado» ese momento «no será necesario» que esas parcelas sean propiedad de 'Logroño Integración del Ferrocarril 2002', «aunque los trámites están en marcha y habrán concluido sin problema cuando se inicie la venta». Claro que en aquel verano las previsiones eran de enajenar los primeros solares a finales de ese mismo año.