LA RIOJA
Domingo, 8 de mayo 2016, 01:36
La antigua Unipapel, adquirida en el 2014 por el fondo de inversión Springwater está planificando un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a entre el 40 y el 50% de la plantilla, es decir, a entre 100 y 150 trabajadores. Los cálculos ... los efectúa el comité de empresa de la planta de La Rioja, después de que los representantes de USO asistieran el pasado viernes en Madrid a la reunión convocada por la dirección de la compañía para comunicarles la situación por la que atraviesa la factoría.
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De momento, según avanzó el presidente del comité de empresa, Víctor Aldonza, se desconoce si afectará a las tres plantas, la de Tres Cantos, en Madrid, que cuenta con una plantilla de 170 trabajadores; Aduna, en Guipúzcoa, con 72; y la de La Rioja, con 64 empleados, ni siquiera si alguna de ellas se librará del que presagian que será el cierre de la fábrica.
En principio, el ERE irá precedido de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que en el caso de la sede madrileña de Unipapel ya se conoce que afectará al 100% de la plantilla.
Deuda con la plantilla
A día de hoy, la compañía, según informa Aldonza, adeuda a sus empleados la paga de marzo, la de abril y temen que este mes de mayo se queden de nuevo sin nómina.
A partir de ahora, el calendario arranca mañana con la convocatoria de una asamblea de trabajadores para informarles de las intenciones planteadas el viernes por parte de la dirección. Y el 17 de mayo es la fecha prevista para que comience la mesa de negociación entre la empresa y los trabajadores.
Para Víctor Aldonza, la firma ha llegado a esta situación por «una mala gestión». El fondo de inversión tiene una deuda con Adveo, antigua propietaria de la compañía. Además, de acuerdo con sus datos, otras empresas pertenecientes a Springwater, como Miró, «están pasando por lo mismo». «Al igual que nosotros, no tienen materia prima». «Si los clientes que hemos perdido, porque éramos líderes en el mercado, vuelven a creer en nosotros, hoy en día seríamos rentables; esta gente ha ido a hundirnos», lamenta.
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El pasado 20 de abril, en una rueda de prensa, el comité de empresa alertaba de lo que podía ocurrir. Entonces, ya auguraban un futuro incierto a la factoría y se preguntaban qué ocurriría a finales de este mes de mayo o principios de junio cuando acabasen el trabajo que tenían entre manos.
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