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europa press | a.a.
Miércoles, 24 de febrero 2016, 12:32
El Ayuntamiento de Logroño ha aprobado este miércoles, en Junta de Gobierno Local, incoar un procedimiento sancionador contra la empresa Serunión, por tres infracciones graves en la prestación de los menús del servicio de comidas a domicilio, que suponen una multa de 34.000 euros.
Como ha detallado esta mañana el portavoz del equipo de Gobierno municipal, Miguel Sáinz, la primera de las sanciones se ha debido a que "durante un periodo de un mes", el proceso desarrollado por la empresa para la conservación de los alimentos "era eficaz, pero no era el determinado por los técnicos en el pliego ni el comprometido por la propia firma".
En concreto, el pliego apuntaba que la conservación de los alimentos de los menús debía realizarse mediante el proceso de pasteurización, mientras que, durante el periodo determinado, Serunión lo realizó mediante el denominado como proceso térmico de abatimiento.
Un proceso, ha afirmado Sáinz, "que permite que los alimentos estén bien conservados, pero no era lo que estaba marcado". Por ello, se considera que se ha cometido una infracción grave que, en este caso, se ha sancionado con la multa máxima, 14.000 euros. Desde que se dio aviso a la empresa, además, ésta está realizando la conservación siguiendo el proceso de pasteurización determinado.
La segunda de las sanciones se impone después de que, en uno de los análisis aleatorios de control que se realizan a los menús, se encontrara "una concentración de una bacteria -la Listeria Monocytogenes- que revela un problema no de salud, sino higiénico y de superficie de los alimentos", que estaría ligado a su envasado o manipulación. La multa por esta infracción, también grave, ha sido media, de 10.000 euros.
La citada bacteria es la causante de la listeriosis, una dolencia que afecta sobre todo a embarazadas, bebés o adultos con el sistema inmunitario debilitado. Es una enfermedad más presente en animales que en humanos, pero que cuando pasa al ser humano puede ser extremadamente grave e inclsuo mortal.
El tercer caso sancionado se refiere a la presentación de los alimentos "que los hace poco apetecibles de textura y de sabor insípidos", lo que supone, como ha dicho el portavoz, "una nueva infracción grave al pliego y al compromiso de la empresa", sancionada igualmente con 10.000 euros.
Ningún afectado
Sáinz ha querido dejar claro que "no se ha detectado en ninguno de los en torno a un centenar de usuarios de este servicio ni un problema de salud por ingerir productos de estos menús", contando desde el inicio de la prestación de la empresa, en diciembre de 2015. Ha recalcado, igualmente, que, por parte municipal, "se está muy encima se vigila estrechamente, todo lo que legamente se permite, el contenido de las barquetas que se sirven, y el producto que se está dando es sanitariamente correcto".
Ha lanzado, por ello, un "mensaje de tranquilidad" a usuarios y familiares "porque el Ayuntamiento ha ejercido un control exhaustivo desde el principio", que se ha llevado a cabo mediante "sondeos telefónicos semanales sobre la cantidad y calidad de los menús, se ha llamado día sí día no de forma aleatoria a los usuarios".
También se ha enviado a analizar barquetas "al menos hasta en dos ocasiones diferentes" -en una de ellas fue en la que se detectó precisamente la bacteria- y, además, "se reciben llamadas o escritos de los propios usuarios que, voluntariamente, nos dan su opinión sobre la evolución del servicio". "En los últimos días, podemos decir que hablan de que ya se aprecian mejoras", ha afirmado.
El portavoz municipal ha incidido en que los controles continúan y ha reseñado que "no se descarta" la resolución automática del contrato "si se dan más infracciones". En este sentido, ha explicado que, por la Ley de Contratos, la resolución solamente puede hacerse tras dos faltas muy graves en un año "y ahora, acumulamos tres graves".
Dos de estas infracciones graves "pueden agruparse en una muy grave, y quedaría otra grave que, en caso de que se produzca reiteración, se acumularía y sería la segunda muy grave, que podría conducir a la resolución automática del contrato". Un proceso, de todos modos, que se verá "después de que acabe el plazo de un mes para las alegaciones para la empresa, que ya podemos decir que seguramente no se aceptarán".
"No hay ningún motivo de preocupación para la salud, no ha habido ninguna repercusión para la salud de los usuarios. Además, la empresa ha variado sensiblemente su actitud y está adecuando productos y procesos de manipulación, conservación o envasado. Por parte municipal, podemos asegurar que va a seguir el control y la exigencia máxima, comprobando que no se separan ni un ápice del pliego y de su compromiso", ha concluido.
Serunión: ¿un fallo en el análisis?
Serunión, por su parte, niega que la contaminación por esa bacteria tenga como origen su cocina. En una nota enviada a los medios de comunicación, la empresa explica que tras conocer la incidencia (a través de una llamada telefónica, puesto que aún no cuenta con los informes municipales) encargó una analítica a otro laboratorio externo, Biotecnal.
Ese contraanálisis indica que el resultado de la analítica al que alude el Ayuntamiento de Logroño, es atípicamente elevado". Según explica la empresa,"esta bacteria solo puede aparecer como consecuencia de una ruptura de la cadena de frío, y Serunión puede demostrar, a través de sus informes de trazabilidad, que durante todo el proceso controlado por la compañía se ha mantenido el nivel temperatura adecuado".
"El laboratorio externo Biotecnal especifica además que estos valores son atípicos no sólo por su cuantía sino también por el hecho de que un crecimiento de la bacteria Listeria monocytogenes como el detectado por el laboratorio al que hace referencia el Consistorio habría producido una acidificación elevada del alimento que incidiría en la viabilidad d la propia bacteria y no se encontraría en el producto a tan altos niveles", explica el comunicado de Serunión.
El mismo análisis encargado por la empresa no encontró esa bacteria en otros productos del mismo lote analizado por el Ayuntamiento de Logroño. Según el histórico de análisis de la compañía, "nunca se han alcanzado estas cifras y siempre se ha mantenido la ausencia como resultado".
Así pues, ¿de dónde salieron esas concentraciones de 'Listeria monocutogenes'? Serunión asegura que no en sus cocinas, y apunta a un fallo en la toma de muestras del análisis municipal: "Es imprescindible conocer la metodología utilizada y la conservación de la muestra hasta su proceso en el laboratorio para la analítica realizada por el laboratorio responsable de dicho análisis puesto que desconoce las condiciones en las que se ha realizado".
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