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Miguel Martínez Nafarrate
Viernes, 22 de enero 2016, 08:23
Acaso porque uno tiene que ir de padrino en mayo o junio a una boda o comunión y el último traje no abrocha; quizá porque el médico te avisa de que el colesterol, la tensión arterial o el úrico empiezan a saltar los asteriscos en ... el último análisis. A lo mejor es que más vale prevenir que curar; otros están convencidos de que una mente sana convive mejor con un cuerpo sano. También están las motivaciones estéticas, de eso saben mucho las chicas y cada vez más hombres. O también porque la lista de buenos propósitos empieza ahora, en enero.
Sí. Estábamos avisados. El alborozo ante la mesa durante semanas en las pasadas Navidades ha pasado factura (y lo sabíamos). Es un drama subirse al peso.
No, no hay milagros. No trate que quitar en un día lo que le ha costado meses cargar la bodega. La mejor terapia es la constancia y esta virtud escasea, pero también se puede cultivar.
Motivación
Los gimnasios se llenan en enero en La Rioja. No somos una excepción. ¿Cuántos de los que hoy se apuntan aguantarán en marzo?
La posibilidad de mantenimiento rondará el cincuenta por ciento y como en los gimnasios también lo saben, tratan de hacer las clases lo más amenas posibles con el fin de que las agujetas, con una sonrisa, duelan menos.
El invierno permite pocas alegrías con los horarios de trabajo. El cambio de hora también es un lastre. Demasiadas horas a oscuras. En el gimnasio, al menos, hay luz, música y las máquinas más modernas te permiten conectar tu teléfono para ver su serie favorita mientras recorres kilómetros en una cita, pedaleas por el Tourmalet, remas de Logroño a Tortosa o te subes las escaleras hasta la terraza del Empire.
Quizá porque montes a caballo y te cueste subir mientras el equino piensa si a su grupa va uno o dos; quizá porque tu novia mira para otro lado cuando te ve en calzoncillos o porque al final esa leve llamada interior rasca en la conciencia.
Paciencia, disciplina interior y mucha constancia. Eso es lo primero que te piden cuando llegas a un gimnasio, después llegarán tus informes, lo que debes hacer y tan importante o más, lo que no debes hacer. Informes médicos y dieta forman parte del juego.
Si ya has dado el paso, la primera obligación es imponerte tu ritmo de vida. El gimnasio forma parte del día a día de muchos aficionados. Algunos llegaron a la cinta, a la elípica o al spinin por un amigo. Tener al lado alguien con quien charlar es más llevadero. Y si no se conoce a nadie, el gimnasio también es un buen lugar donce conocer a gente. En muchos casos estos lugares de esfuerzo físico generan amistades y muchas bodas se han fraguado en el entorno sudoroso como el del gimnasio. Acaso también por una socialización cada día más complicada por mucho que las redes sociales te mantengan al corriente de un tío en Alaska.
Los kilómetros recorridos sobre una máquina se hacen mejor si hay alguien cerca con el que charlar. Así que, además del tratamiento individualizado, los gimnasios, son también centros de reunión, foros de diversión y una semilla para la motivación de sentirse bien.
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