El Ayuntamiento perseguirá los impagos del IBI

El objetivo final es incorporar al catastro logroñés los bienes urbanos y rústicos omitidos o que estén inscritos de forma incorrecta o incompleta y que se abone el IBI que corresponde por ellos, sin que eso suponga ni una revisión de valores ni un aumento de impuestos para el resto.

En realidad, ha aclarado la edil, se trata también de evitar sanciones a los vecinos que tengan un error en la inscripción de sus bienes o que hayan podido hacer una modificación en los mismos sin conocer que debían inscribir los cambios.

Por eso, los edificios que afloren no conllevarán ninguna sanción para los propietarios; eso sí, deberán abonar 60 euros por la modificación catastral y pagar el IBI correspondiente a cuatro años si realizaron la edificación antes de ese periodo, por los que corresponda, si fue después.

Ha explicado que esta campaña afecta a nuevas construcciones no declaradas, ampliaciones que no se hayan inscrito o rehabilitaciones que modifiquen volumen u ocupación de suelo".

San Martín ha insistido en que no hay ningún plan en el Consistorio para revisar el valor catastral de los edificios; es algo que "podía pedirse en junio o julio y hemos renunciado a ello dentro de la política de contener la presión fiscal en la ciudad", ha concluido.