La residencia de mayores más joven

logroño. Por la planta baja del edificio de la Residencia La Estrella (ubicada junto a la clínica Valvanera y frente al Hospital San Pedro) un grupo de visitantes mira a uno y otro lado mientras se cruza con el director. La última persona del grupo, que reconoce en Martín Torres al director del centro, se sincera: «Es ideal. Es preciosa, muy bonito todo».

Torres agradece los elogios de una de las primeras visitas al nuevo (y moderno) centro geriátrico logroñés que aspira a convertirse en el hogar de 148 mayores desde el próximo mes de junio. «Tenemos 42 habitaciones individuales, 43 dobles y 10 mixtas», explica Torres mientras muestra las dependencias de la tercera planta, desde la que se intuye la ribera del vecino Iregua.

Las dos plantas superiores son similares. Una zona de control actúa de distribuidor y da paso a dos largos pasillos en los que se ubican las habitaciones. «Todas tienen un sistema de alarma con altavoces y micrófonos y un sistema de control para saber cuánto tarda en llegar el personal para asistir a los residentes en una emergencia», recalca Torres. «Nuestros usuarios podrán hacer su vida sin salir de la planta», apunta mientras muestra las dos salas de estar y el amplio comedor que atenderá el personal de la residencia gestionada por la firma Clece (Grupo ACS).

Frente al San Pedro

Los servicios comunes estarán en la planta baja: el médico y la enfermería, el equipo de fisioterapia (terapia personalizada y grupal), el de terapia ocupacional, el psicosocial... Y también la peluquería, la consulta de podología, la tintorería... «A todos los servicios que se ofrecen hay que añadir la ubicación -incide el director del nuevo centro que comenzará su andadura sin plazas concertadas-. Está junto al Hospital San Pedro y a la Clínica Valvanera».

La 'sorpresa' para los visitantes la reservan para el final. En la planta baja la residencia cuenta con una amplia zona de esparcimiento para pasear... o para cultivar su propio huerto. «Hemos preparado una zona por si alguno de los residentes se anima a plantar sus lechuguitas o su tomates. Todo está listo, incluso el riego. Sólo falta arar un poco la tierra».