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DIEGO MARÍN A.
Lunes, 27 de abril 2015, 23:30
LOGROÑO. A las 10.00 horas de ayer se cerraba al tráfico el acceso a la avenida de Lobete desde la calle Tirso de Molina. Anteriormente también había sido cortada la entrada a la ciudad desde la circunvalación que desemboca en la glorieta de confluencia de las calles Obispo Fidel García, Santa Beatriz de Silva y Lobete. Los peatones pueden circular sin problema, aunque empleando un carril de seguridad habilitado para su tránsito. Y la circulación desde Lobete hacia la circunvalación y Tirso de Molina sí es hábil.
Ahora mismo Tirso de Molina solo cuenta, de forma provisional, con un sentido (norte-sur). Incluso está cortado su acceso desde la calle Piqueras y en la desembocadura de la calle Francisco de Quevedo se obliga a girar a la derecha. El motivo son las obras de construcción de una nueva glorieta al inicio de la calle Tirso de Molina. El corte se alargará hasta el viernes, 24 de abril, para, según informa el Ayuntamiento de Logroño, «poder mantener con seguridad el tránsito peatonal sobre el puente del ferrocarril ya que se trata del único acceso peatonal y, por limitaciones de espacio, no se pueden mantener los dos sentidos de tráfico rodado sobre el mismo».
Las obras las ejecuta la empresa riojana Antis con un presupuesto de 507.969 euros y su objetivo es mejorar los accesos desde el Este y la conexión interna de la ciudad, uniendo Lobete y Cascajos. «Después, en función de las obras, puede que haya nuevos cortes de tráfico, más puntuales, y serán anunciados con la misma antelación», advierte el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Logroño, Ángel Sáinz Yangüela, «casi seguro que, para asfaltar, habrá que cortar de nuevo».
La nueva glorieta contará con un diámetro de 36 metros y dos carriles de 4,5 y 5,5 metros de anchura y favorecerá la fluidez del tráfico en la incorporación al casco urbano desde el vial de la LO-20, habilitando un nuevo acceso inmediato a Cascajos. La obra «culminará las mejoras de los accesos a y desde el barrio de Cascajos», asegura Sáinz Yangüela, que señala como alternativas la calle Pedregales y la circunvalación.
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