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Javier Campos
Jueves, 19 de febrero 2015, 20:57
Apenas un año después de que los primeros vecinos entrasen a vivir, una vez superados mil y un obstáculos y tantos o más retrasos, el PERI Herrerías continúa siendo sinónimo de problemas y dando no pocos quebraderos de cabeza a quienes apostaron por convertirse ... en propietarios en uno de los principales planes de reforma urbanística acometidos en el Casco Antiguo de Logroño.
Los adjudicatarios de las VPO que finalmente accedieron a escriturar y a quedarse con una de las 21 viviendas de protección oficial ya comprobaron entonces que el garaje, de más de un centenar de plazas distribuidas en un total de tres plantas, presentaba filtraciones; deficiencias que, lejos de subsanarse, se han ido agravando durante su primer año en uso.
Diario LA RIOJA visitó el jueves12 de febrero el lugar y, tal y como denuncian sus vecinos, los bajos de Santa Ana -que así se llama la plaza surgida entre las iglesias de San Bartolomé y Palacio- registran goteras y humedades, que incluso dejan huella en la superficie de la misma, concretamente en las escaleras y la barandilla en altura que la separa de la calle Mayor. «Nos dicen que justo debajo se debe formar una balsa de agua...», explicaban ayer tanto Eugenio Marín como Enrique Merino, dos de los afectados.
Los desperfectos del agua arriba y abajo de la plaza dejan bien a las claras que en la obra, recién construida, hay un problema... un problema que la constructora, José Martín, da por solucionado en el garaje desde que acometió una serie de reformas -«de lavado de cara» de la edificación en su conjunto para la obtención de la cédula de habitabilidad, critican- .
Nula respuesta
Los vecinos denuncian la «nula respuesta y operatividad» de la constructora y la «desidia» de la Administración local y regional... «Ya por culpa de la constructora y la falta de acción gubernamental nuestras viviendas costaron mucho más de lo que en un principio se nos había dicho y habíamos firmado... Y por si no habíamos tenido bastante ahora tendremos que emprender acciones judiciales contra la constructora para que subsane las deficiencias», sentencian.
Y ello después de que registrasen en el Ayuntamiento hasta tres escritos obteniendo por respuesta -sólo al último- que la responsabilidad era de José Martín. «Y él nos dice que el problema está en las calles anexas y, por tanto, que es del Ayuntamiento... ¡aunque también las hiciese él!», recuerdan. «Entre unos y otros, como ya nos pasó en su día, al final quienes salimos perdiendo somos nosotros», lamentan los vecinos.
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