El desmontaje de las barracas

Pero en este oficio no hay tiempo para las lamentaciones. Hay que seguir y coger fuerza para volver a intentarlo y montar de nuevos las enormes atracciones articuladas con las que llevar la alegría a otras ciudades. Así es la vida de los feriantes: sacrificio e ilusión, y también noches sin dormir, sin horarios y muchas horas en ruta...

Aparatos voluminosos como la montaña rusa o la noria quedaron en pocas horas convertidos en enormes estructuras de hierro ordenadamente plegadas. A media mañana salían los primeros vehículos con la carga, pero en el ferial todavía quedaba trabajo. Para moverse era preciso sortear obstáculos de todo tipo, como escaleras, enormes cajas de herramientas, mangueras, ... Los operarios están acostumbrados a estas labores y lo hacen de buena gana, aunque reconocen que es una vida "muy dura, que solo aguantan los que lo hemos vivido desde muy pequeños". Fernando, de 32 años, y propietario de unos autos de choque infantiles, apuraba la faena, ayudado por varias personas más. La pista había quedado reducida a una sencilla estructura de hierro cuadrada que entre varios intentaba desarmar.

"La mejor feria, la de Sevilla"

La vida de feriante pasa desapercibida muchas veces, pero ellos hacen posible la diversión. Y esto les anima a seguir. Fernando no podría vivir sin la música, las sirenas, y las luces de las barracas. La feria de San Bernabé ha ido floja, pero no esto no es nuevo, "es una situación general....". Ahora, hasta los sanfermines, regresa dos semanas a su casa de Bilbao. Quince días justo para ponerse de nuevo en ruta. Les espera también Vitoria, Bilbao, Zaragoza y, en abril, Sevilla. "Es una vida muy ajetreada, pero es una manera de vivir...".

El propietario de una de las tómbolas no lo duda: "La mejor feria es la de Sevilla". "Allí se vive esto con pasión"., dice a sus 56 años, una edad que le hace sentirse algo mayor para ir ya de feria en feria. "Los padres montan a sus hijos en los caballitos y lo último es ir a la tómbola...". Cerca un hombre desatornillaba la pista de la montaña rusa infantil. ¿Que si me canso? No. Llevo 13 años haciéndolo y estoy acostumbrando....