Hay vida..., hay esperanza

En la segunda parte, el Logroñés se vino abajo. No hizo falta que el Zaragoza exhibiera la calidad que cuentan las crónicas (uno es viejo, pero no tanto) que tuvo cuando alineaba, entre otros a Marcelino, Villa, Santos, Canario y Lapetra; o aquel al que Nayim elevó al Olimpo continental con un gol al Arsenal desde casi su domicilio. No. El Zaragoza que apareció sobre Las Gaunas en la segunda parte, era un equipo ramplón, con nombre e historia, pero sin calidad, al que solo le hizo falta un poco de empuje para equilibrar el marcador y sonrojar a los locales.

Sin embargo, hay que ver la botella medio llena. Y ahí prefiero quedarme con Iñaki de nuevo poniendo excelentes servicios aunque nadie los rematara; con Paulino desbordando a dos rivales (los intentos a los tres siguientes, ya le sobraban); con Andy más presente que en otros partidos en acciones ofensivas (aunque nada que ver con lo de inicio de temporada) y me quedo también con que hay equipos que no sé si son buenos o malos, pero son iguales que la Unión Deportiva Logroñés, aunque en su historial dispongan de títulos nacionales y continentales.

Prefiero ver la botella media llena, y mientras hay vida.., hay esperanza. Este sábado vi que, aunque débilmente, el corazón del enfermo latió. No está muerto.