No son los mejores días para Miguel Martínez de Corta (Logroño, 1981). Como tampoco lo fueron los que vivió en la campaña 2013/14, su primera en la UD Logroñés. Miguel llegó a Logroño tras subir con el Alavés a Segunda, ascenso que 'disfrutó' recuperándose ... de una grave lesión de rodilla. Ascendió y tuvo que hacer las maletas. «El otro portero tenía contrato y querían fichar a otro más», recuerda. La historia se repite. Casi un calco. Miguel ya es historia propia de la UD Logroñés, aunque quiere completar su curriculum con más partidos sobre el césped. Si no es posible, explotará sus estudios para cruzar la puerta de la UD Logroñés, que él deja abierta, y trabajar en su estructura.
-Han pasado unos días desde que le comunicó Carlos Lasheras que la UD Logroñés no cuenta con usted para esta nueva temporada. ¿Que sensaciones le dejó la noticia y que sensaciones tiene tras el paso de las horas?
-Podía esperar la decisión porque sabemos cómo funciona el fútbol y la situación de la que yo venía, así que mi futuro dependía de si el club quería tener tres porteros. Una vez que salí de las oficinas, el momento se volvió más complicado porque empiezas a pensar que se ha escapado una nueva oportunidad de estar en el fútbol profesional con el equipo de tu tierra. Sin embargo, al día siguiente ya debes pensar en qué hacer, en mirar hacia adelante.
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7
temporadas en la UD Logroñés desde que Raúl Llona le fichó en el verano del 2013, después de ascender con el Alavés.
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206 partidos ha jugado Miguel Martínez con la camiseta de la UD Logroñés
De ellos, 202 los ha completado. Es el único blanquirrojo en romper la barrera de los 200 encuentros.
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18.439
minutos ha estado sobre el césped en las diferentes competiciones que ha afrontado la entidad.
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180
goles ha encajado en esos 206 partidos.
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90 partidos ha disputado sin encajar gol alguno
Además, en otros 70 sólo ha encajado un gol; en 34, se ha visto superado en dos ocasiones; en 7 le han metido 3 goles; en 4 ocasiones ha encajado 4 goles; y una vez recibió cinco goles.
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7 partidos consecutivos sin encajar un gol es su mejor racha
Fue entre las jornadas 17 y 23 de la temporada 2018/19. En esta campaña dejó la portería a cero en 24 encuentros.
-Ésta es la otra cara de la moneda del ascenso, la de las despedidas de aquellos que han sido importantes en el equipo, pero lo dejan de ser. ¿Cree que el fútbol no ha sido justo con usted?
-Puedo pensar que no lo ha sido, pero porque sufrí la lesión en la rodilla. Si no hubiera pasado por ese trance, hubiera podido demostrar que podía seguir jugando y ser el portero en Segunda. La lesión lo truncó todo y es la raíz de que no pueda continuar. Personalmente, puedo pensar que he tenido mala suerte porque ya me pasó en el Alavés el año que ascendimos a Segunda. Me lesioné y no me renovaron porque el otro portero tenía contrato. Dos momentos muy especiales rotos por sendas lesiones.
-Entonces tenía 32 años y en noviembre cumplirá 39.
-Está claro que esta oportunidad representaba la última para volver al fútbol profesional. El momento es doloroso, pero debo mirar hacia adelante. Voy a descansar esta semana que entra, desconectar y, cuando pase, pensar en el presente.
- ¿Es la de la UDL una puerta que se cierra definitivamente o no?
-Mi deseo es trabajar en el club. ¿Cuándo? No lo sé. Es algo que he hablado mucho con Félix Revuelta y Juanjo Guerreros, porque ellos siempre me han transmitido que soy hombre de club. La puerta, por mi parte, siempre va a estar abierta. En los últimos años me he formado académicamente para seguir trabajando en el mundo del fútbol o del deporte. Es la entidad la que debe pensar si cuenta conmigo o no dentro de su estructura. Es cuestión de ellos.
«Era mi última oportunidad para regresar al fútbol profesional. Es un momento doloroso»
«Soy un privilegiado porque he ayudado a crear identidad de club en muchos niños de la región»
-¿Ha hablado con Revuelta?
-No, la verdad es que no. Hay gente que me ha llamado del club para hablar conmigo después de que me comunicasen que no seguía, pero no, no he hablado con Félix. El míster también me ha llamado, pero no pude hablar con él porque estaba en el gimnasio.
- ¿Qué pasará en su vida una vez ha acabado su contrato?
-De momento, lo único que he hecho es apuntarme al paro el viernes. A partir de aquí, si tengo la oportunidad de seguir jugando lo haré, porque tengo el resquemor de no retirarme sobre el césped. Me gustaría demostrar que estoy recuperado de mi lesión y de que soy competitivo. Es verdad que la edad puede echar hacia atrás a los equipos, pero yo me miro en un espejo que he tenido muy cerca estos años, César Caneda, que ha demostrado que se puede rendir al máximo más allá de la edad. Lo ha jugado absolutamente todo en sus cuatro temporadas. Con constancia, sacrificio y cuidado se puede seguir jugando.
-En el mercado de invierno, el club frenó su salida. ¿Cree que su situación hubiera sido otra de haberle visto sobre el césped?
-No creo que hubiera cambiado, porque la situación hubiese sido la misma: tener un portero con contrato y fichar a otro. Yo quería salir para demostrar que estaba recuperado ya de la rodilla, quería despejar dudas. El club decidió que no me cedía y yo acaté esa decisión consciente de que mi papel se reducía a entrenarme a diario. La única opción de volver a jugar era por lesión grave de Rubén (Miño), pero yo no soy capaz de pensar en la lesión de otro jugador. He pasado por ello en dos ocasiones y no se lo deseo a nadie.
-206 partidos y 7 años en el mismo vestuario dan para mucho.
-He vivido de todo. Mi primer año no fue fácil, ni colectiva ni personalmente. No fue bueno, pero a partir de aquel ejercicio casi todo ha sido bueno. Se trataba de despejar dudas a quienes las tenían acerca de mí. He jugado dos 'play offs' y he vivido otros dos lesionado y siempre he trabajado por el bien del club y por su ascenso.
«El futuro son los jóvenes. Debemos generar su sentimiento por jugar en la UDL»
-Esta semana hablaba de usted en un artículo de opinión y de la necesidad de que un club tenga ídolos o referentes, máxime cuando ha pasado todo lo que ha pasado en Logroño. ¿Le está faltando tacto al club en esta parcela?
-No lo sé. El club tiene que saber qué decisiones toma. Yo me marcho con la conciencia tranquila. Me siento un privilegiado porque he ayudado a crear una identidad de equipo en muchos niños de esta región. Yo no estaba acostumbrado a escuchar a padres decir que era o soy el ídolo de su hijo, que querían ser Miguel...
-Vamos, que usted no pagaba aquella pancarta que colgaba en Las Gaunas y que decía que era el mejor.
-No, para nada. Es una familia que me tiene un enorme cariño y yo a ella. Yo no les conocía de nada, sino que fue a raíz de la pancarta cuando contactamos. Los padres y el crío. Pero no sólo ellos, sino otra mucha gente que me pedía fotos con sus hijos. Más allá de lo deportivo, es lo más bonito que te puedes llevar y sólo lo he vivido aquí. Es muy bonito que se sientan identificados con los jugadores del equipo. Los niños y la gente joven son el futuro de un club. Cuando uno de ellos ve jugar a Reguilón en la televisión piensa que ha estado en la UDL y que el le ha visto en Las Gaunas. Es un ejemplo, pero hay más. Estos días me decía un amigo que su hijo no quería renovar su carnet porque yo ya no estoy en el equipo. El jugador arrastra a niños con los que éstos se identifican.
-Y eso es importante, que un niño quiera ser Miguel, Caneda, Ñoño, Ronaldo, Messi u Oblak.
-Claro. Se acercaban niños que me decían que querían ser porteros y yo siempre les he animado y les he dicho: «Pues a ver si un día me quitas de la portería». Es importante esa identificación y espero que siga creciendo. Los que hemos estado nos quedamos con la satisfacción de haber logrado generar esa identificación, porque no es fácil.
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