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«Evidentemente, cuando compites y no sacas puntos te vas peor que cuando no lo has hecho». Reflexión muy real de Sergio Rodríguez sobre la situación de la UD Logroñés, que compite pero no gana. Tres derrotas en cinco partidos.
Mañana viaja a ... Fuenlabrada para medirse a uno de los equipos más en forma de la categoría. Tres victorias y tres empates. Es decir, no ha perdido aún. Segundo partido en cinco días y con un tercer encuentro a la vista, el sábado ante el Lugo.
Uno de los problemas ante este encuentro, quizá en este momento el más importante, es decidir quién juega en la portería en el Fernando Torres. «Es una situación atípica. Dos están lesionados, si bien Roberto está terminando su proceso de recuperación. Yari hizo un buen partido el sábado y dio garantías», apunta Rodríguez. De sus palabras se desprende que Miño está fuera de la competición. El técnico dejará pasar las horas antes de tomar una decisión. Forzar al veterano o mantener la confianza en el joven.
No es la única disyuntiva. La otra afecta a las rotaciones en el once. Pocos jugadores con muchos minutos y muchos futbolistas con pocos. Lo anunció Rodríguez la semana pasada, si bien este martes es más cauto. Vamos a tener cinco partido en dos semanas y para jugar con el ritmo que necesitamos nosotros, es necesaria gente fresca. La idea es rotar, aunque no lo hemos decidido«, apunta antes de recordar que cuatro días es tiempo »suficiente« para recuperarse de un partido, pero con tres »es más complicado«, Quizá piensa el preparador que el partido del sábado es más propicio para esos cambios.
Desde luego, medirse al Fuenlabrada demanda todos los recursos posibles. Un equipo con «calidad y nivel» para la categoría y con un aspecto físico «importante» que le permite «correr al espacio» y llegar con mucha gente al área si no es día para tocar el cuero. «Es muy versátil», alaba Rodríguez. Y un equipo también que ha marcado en cinco de sus seis partidos, pero al que le cuesta mantener su portería a cero. Solo ante el Lugo no encajó. Virtudes y algún que otro defecto. «No solo llega con muchos jugadores, sino que lo hace de manera muy vertical. Esa idea puede provocarle desajustes, pero cuenta con hombres en el centro del campo que abarcan muchos metros», puntualiza.
La pócima es sencilla: no conceder ocasiones de ataque y aprovechar las que se generan, que ni son muchas ni se exprimen en la definición. No se siente preocupado el técnico por elo, como tampoco por la treintena de saques de esquina sin remates claros. Ahora bien, que estos datos los tiene en la mente, desde luego. «Los rivales son muy poderosos», señala y explica esa ausencia de remate en que estos adversarios «trabajan muy la estrategia, tienen mucha calidad y físico», aspectos estos dos últimos muy importantes.
Tiempo. Es lo que necesita al equipo. Tiempo que pasa, aunque no cree que estas tres derrotas tras competir o el empate al Castellón hayan generado un brote de duda en el seno del vestuario. «Desde dentro sabemos que el año va a ser largo y complicado. Evidentemente, cuando compites y no sacas puntos te vas peor que cuando no lo has hecho, pero sabemos dónde estamos y que con el tiempo todo se va a poner en su sitio», concluye. El tiempo es clave en las nuevas situaciones, pero también un enemigo mayúsculo.
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