Revuelta deja el futuro de la UDL en el aire

La gota que ha colmado el vaso. Así se expresó, solo es una de las frases, Félix Revuelta al conocer el reparto de dinero público que ha hecho el Ayuntamiento de Logroño. A la UD Logroñés le corresponden 60.000 euros. El mandatario no se mostraba ni enfadado. Simplemente abatido, impotente, incapaz de comprender el mundo político o el criterio seguido por Rubén Antoñanzas, concejal de deportes y máximo responsable de Logroño Deporte. Y si grave es al abatimiento, más lo son sus primeras decisiones: paralizar el inicio de las obras de la ciudad deportiva de Yagüe y poner en venta el club, no con palabras tan frías y duras, pero ahora sí que está dispuesto a vender el 51% de la UD Logroñés, algo a lo que siempre se había negado.

«Estoy harto», resumía Félix Revuelta. «He hablado esta misma mañana –por ayer– con Rubén Antoñanzas y le he dicho que si no hay dinero, no lo hay para nadie y si lo hay, se reparte. Está segregando a la gente. Y le he dicho que ahora mismo mi idea es no iniciar la construcción de la ciudad deportiva. Quizá sea más rentable para el club plantar aguacates o montar una planta fotovoltaica», decía tras admitir que Antoñanzas le ha «decepcionado».

La UDL pierde 80.000 euros respecto al año pasado. «Que nos den 60.000 euros es lo de menos, la cifra no es lo importante, sino la ausencia de criterio», expresaba Revuelta desde Santo Domingo, donde está de viaje de trabajo. «Me siento muy mal, pero rompo la baraja y que el Ayuntamiento se gaste el dinero donde debe, que cree él campos, por ejemplo. No puedes justificarte en que das dinero al balonmano porque si no, se va (el equipo de aquí), por ejemplo. Yo he apostado con mi dinero y si no encuentras patrocinadores no puedes esperar al dinero público porque sabes que va a venir. Así nos va en este país», añade.

No construir la ciudad deportiva supondría un traspié considerable. Para el club y para la ciudad, porque por la mente de Revuelta pasa una instalación que aporte dinero a la entidad e, indirectamente, a la ciudad. Ahora no descarta su venta, algo que siempre ha dejado a un lado. «Tengo las cuentas de los anteriores propietarios (se refiere al Logroñés). Se les dio mucho dinero. Siempre me he negado a vender 51%, pero quizá sea lo mejor y a quien venga igual le dan más dinero. Yo solo encuentro problemas en mi casa, en mi ciudad. Quiero construir un hotel, no es posible; quiero levantar una ciudad deportiva, todo son trabas; ahora, este reparto... ¿Los socios de la UDL pagan menos impuestos que los otros clubes? Y me dicen que cuesta mucho dinero arreglar Las Gaunas... Mis hijos se preguntan por qué me complico la vida. Ellos no tienen ningún compromiso con la ciudad, yo sí, soy de allí», apunta.

El mandatario asegura que no quiere saber nada de Las Gaunas, cuya gestión le han vuelto a ofrecer para ahorrar costes. «No quiero nada del campo. Pagar por jugar, que además nos han subido el precio, y nada más. Son ellos los propietarios y los que lo tienen que arreglar. Que me lo vendan y lo arreglo yo. Y confío en que el precio por jugar sea igual para todos. No quiero ni pensar que nosotros paguemos más», dice. Y es que considera un «chiste» la cuantía. «Cuando no hay dinero, lo que hay se reparte a partes iguales. Me dan 60.000 euros, de los cuales he invertido casi todo en el campo. Es un chiste. Me siento muy mal, muy defraudado. He apostado mucho y esto se va a acabar. Esta gente no merece nada», explica el propietario de la entidad.

De sus palabras se desprende que esta situación demanda la implicación de Pablo Hermoso de Mendoza, el alcalde. «Mis primeras reuniones fueron con el alcalde y las impresiones fueron buenas, pero Rubén no sabe dónde pisa. Me ha decepcionado y se lo he dicho. ¿Y ahora quiere hacer cosas para la UD Logroñés? No queremos nada. ¿Qué hemos hecho mal para que nos den más dinero? ¿Buscar ingresos? Todos los podemos buscar, pero si me lo da papá, para qué los voy a buscar yo. ¿Qué es dinero de la televisión? Claro, pero es que el club se lo ha ganado», añade. No serán sus últimas palabras.