Un año que recordar, un mes que olvidar

Hasta la UD Logroñés tenía ganas de que se acabara ya el año, pese a que ha sido histórico para la entidad riojana, con el deseado ascenso y el estreno en Segunda División. Y, pese a esas buenas noticias a nivel deportivo, el equipo blanquirrojo necesitaba las vacaciones navideñas como agua de mayo.

Porque diciembre ha sido un mes muy difícil, durísimo. El equipo blanquirrojo ha ido encadenando una derrota tras otra, con despedida copera incluida.

Al menos, este domingo en La Rosaleda, precisamente en el mismo campo en el que logró el ascenso, rompió la racha con un empate que sabe a poco ante un adversario que jugó con diez 55 minutos. Un punto más al saco, un punto menos hacia la salvación.

Pero la UD Logroñés mostró que cierra 2020 fundida, con sus jugadores física y mentalmente agotados, sin lucidez y con la necesidad de refrescar cabeza y piernas para afrontar los meses decisivos para luchar por la permanencia en la categoría de plata.

El Málaga es un equipo con unos números muy pobres como local y con una plantilla muy limitada por las bajas y aun así, dominó a la UDLy tuvo las mejores ocasiones en la primera mitad ante un rival que buscaba el empate como objetivo primordial porque no parece que en ataque buscara nada por las cercanías de Dani Barrio.

Pero el VAR cambia partidos hasta el punto de convertir una falta favorable a los boquerones en la expulsión de Rahmani. Yesta vez estuvo de parte riojana. La doble ocasión de Andy justo antes del descanso mostraba que la mala racha se podía romper. Nada más lejos de la realidad.

El dominio lógico blanquirrojo no se transformó tras la reanudación en peligro ofensivo y los arietes visitantes cayeron en la ansiedad constante y en el fuera de juego. El Málaga asustó más incluso pese a su inferioridad.

Cero a cero. Otro partido más sin marcar. La UDL no da en estos momentos para más. Recordará con alegría este 2020 pero le dice adiós con ganas de que llegue 2021. Como todos.