La UD Logroñés busca un nuevo inquilino para su banquillo

Es novedosa esta situación para una UD Logroñés que desde el año 2017, en el que Sergio Rodríguez asumió definitivamente el mando del equipo, no tiene que ponerse manos a la obra para sondear el mercado de técnicos. Rodríguez, además, llegó con Carlos Pouso en la dirección deportiva y se marcha junto a Carlos Lasheras. Ha sido la pieza central del proyecto blanquirrojo que finalizó en Segunda.

De nuevo en la categoría de bronce y empezando de cero, la UD Logroñés se plantea ahora mismo dos vías en la búsqueda de un nuevo inquilino para el banquillo de Las Gaunas: la opción riojana frente a la búsqueda de otro técnico de caché fuera de la región.

El primer planteamiento parece gustar a Félix Revuelta. «¿Qué Sergio está jodido? Normal, como todos los que somos de Logroño y de La Rioja. El que es de fuera lo siente porque es un fracaso, pero se va y punto. Los de casa sufren el doble», subrayó el lunes el presidente de la entidad. Le encaja el perfil de un entrenador riojano, que sienta una mayor implicación por el club y que se identifique con su filosofía y su afición. No hay demasiadas opciones a la vista en la nómina de técnicos locales, si bien uno destaca por encima de todos: Diego Martínez.

Desde hace varias semanas circulan comentarios en la ciudad que sitúan a Diego Martínez como nuevo entrenador de la UD Logroñés, aunque estos vaticinios son más fruto de las circunstancias y el anhelo que de hechos fehacientes. Su salida del Calahorra después de llevarle al 'play off' y su perfil de técnico joven, exitoso y con proyección futura le convierten en objeto de deseo de numerosos aficionados. Sin embargo, y pese a la rumorología, la UD Logroñés no se ha movido en este sentido. Está en las quinielas de todos, pero el club tiene muy reciente la salida de Sergio Rodríguez. Por su parte, Diego Martínez se ha convertido en las últimas semanas en uno de los entrenadores más pretendidos de la categoría y varios clubes han puesto ya su mirada en él. No es para menos.

El resto de entrenadores riojanos que pueden sonar, como Albert Aguilá, Nacho Martín o el propio Josean García, del filial, no parecen opciones reales.

El otro camino que puede tomar la UD Logroñés es la de mirar fuera de La Rioja, lo que ampliaría muchísimo el abanico de candidatos. En el pasado, la gran apuesta en este sentido fue Carlos Pouso, técnico de éxito en el Mirandés y que llevaría a los blanquirrojos a disputar sus primeras fases de ascenso a Segunda.

Uno de los grandes nombres de la categoría es el de Borja Jiménez, técnico que ascendió al Mirandés y el Cartagena, pero el Deportivo de La Coruña ha estado rápido a la hora de contratar al abulense para la próxima campaña, en la que posiblemente se medirá a la UDL. También suena en el mercado Iván Ania, técnico que ascendió hace dos años al Racing a Segunda, pero su destino parece ser el Nástic de Tarragona, otro de los potenciales rivales de los blanquirrojos. Joseba Etxeberria, que acaba de dejar el banquillo del Athletic B, también es otro de ilustres que no cuentan con equipo.

El mercado de entrenadores ofrece nombres, perfiles y trayectorias para todos los gustos, pero muchos aspectos tienen que encajar, y la primera elección no siempre es la que se materializa.

Trabajo por delante para la UD Logroñés, que podría también decidir paralizar la búsqueda de su nuevo técnico hasta que contrate a un director deportivo. La salida de Carlos Lasheras, que podía intuirse desde hace semanas, deja un hueco fundamental en el organigrama blanquirrojo. Suele ser labor del director deportivo elegir al técnico, pero a falta de las dos piezas, el orden puede variar.

Con el mercado ya en movimiento, la UD Logroñés no tiene tiempo para lamentos, para dejar siquiera una semana de reflexión. La Primera RFEF aprieta, así como el objetivo que ha quedado claro antes incluso de poner las primeras piedras del nuevo equipo: regresar dentro de un año al fútbol profesional.