Un grupo de buenos blanquirrojos

El punto conseguido este miércoles en Fuenlabrada, donde el último equipo que ganó allí lo hizo antes de que comenzara la pandemia -cuando la UD Logroñés batallaba en otros frentes-, es muy bueno. Pero muchas veces al conjunto riojano le iría mucho mejor si no pecara tanto de ingenuidad.

No se trata de falta de experiencia, aunque evidentemente tampoco puede presumir de ella ni mucho menos. Tampoco es falta de actitud. De hecho, los jugadores que pisaron ayer el Fernando Torres acabaron vaciados después de dejarse la piel durante los noventa minutos.

Pero a esta UD Logroñés le falta maldad suficiente como para hacerse respetar. No solo por los rivales -ayer se vio a un Fuenlabrada que acabó celebrando el empate-. También por los árbitros. En cada balón dividido, el gallego Iglesias Villanueva siempre asistió más al conjunto azul. Como ejemplo, sin ser un partido violento, los de Sergio Rodríguez acabaron con media docena de amonestados, algunos como Gorka, Clemente o Iñaki, condicionados durante gran parte del partido.

El Logroñés, generando mucho más que su adversario -con ocasiones muchísimo más claras-, sufrió más, sobre todo en la segunda parte. Y eso que uno de los candidatos a ascender a Primera División como el Fuenlabrada, solo asustó con balones al área de un Yari que aparentó seguridad.

El punto conseguido en Madrid suma. Más al tratarse de un rival de entidad y presupuesto millonario. La UD Logroñés está haciendo un curso acelerado en la Liga Smartbank y cada encuentro como el de este miércoles suma. Y no sólo puntos. Pero una pizca de maldad durante los noventa minutos no le vendría nada mal al equipo blanquirrojo.