Los galones de capitán

Para ser capitán no sólo hace falta jugar 200 partidos con la misma camiseta y llevar años en el equipo. Es necesario ganarse el respeto de los compañeros, y si es posible, también de los rivales y el árbitro. Y eso se consigue, principalmente, con actitud.

El capitán tiene la 'obligación' moral de tirar del equipo, de estar allí donde se le necesita y sacrificarse en beneficio del colectivo.

Y en Logroño, hay un tipo de Calahorra que acapara todas esas virtudes en grado superlativo. Iñaki tendrá tardes mejores y (algunas, sólo algunas) peores, pero el capitán blanquirrojo es la referencia, tira del equipo, aparece casi siempre cuando se le necesita (aunque no siempre tenga suerte) y mantiene su calidad, aún superando ya la treintena.

El lateral riojabajeño se asoció este domingo a la perfección con Olaetxea y Leo Ruiz para sacar al equipo de unos minutos agónicos que amenazaban con romper la racha riojana.

Fue el colombiano el que empezó y acabó la jugada. Robó el balón en el centro del campo, y estuvo en el área para rematarlo. Iñaki, entre los rivales, realizó un slalom aprovechando su portentoso físico y el balón de Olaetxea, y con un tobillo izquierdo de goma, fue capaz de ponerle el balón allí donde Leo lo quería. El de Medellín aceptó el presente. Cómodo y sin nervios, la puso allí donde antes había puesto el ojo. La jugada, la mejor del partido, tuvo en el capitán a un actor principal. No podía ser de otra forma. Cuatro triunfo, y que pase el siguiente.