«Esperaba no jugar. Tenía 15 minutos para demostrar y lo hice bien»

– ¿Cómo se encuentra después de ese estreno en Segunda como goleador?

– Muy contento por todo: por el gol, por haber sumado un punto y también porque sé que se va a quedar para la historia. Solo llevo un año en Logroño y me están pasando cosas bonitas. Ha sido el gol más importante de mi carrera, el logrado en mayor categoría.

– Celebró el gol, en el descuento, con enorme rabia. ¿Una forma de aliviar la tensión?

– Lo viví con mucha intensidad. Realmente esperaba no jugar y tenía muchas ganas. Se estaban preparando los cambios de Rubén Martínez y Damián Petcoff cuando encajamos el gol. A los cinco minutos me llamó Sergio para jugar con dos puntas. Tenía 15 minutos para demostrar y creo que lo hice bien.

– ¿De quién se acordó?

– De mi abuelo, que no está. Ha sido siempre mi apoyo, me llevaba a entrenar y nunca me pudo ver en Oviedo ni ahora en el Logroñés en Segunda.

– Ander Vitoria fue titular, Leo el cambio de delantero...

– Debo cambiar la opinión que tienen de mí. Sí, primero fue Ander, luego Leo y el tercero fui yo. Toca trabajar.

– Quedan unos días para que se cierre el mercado, ¿cree que va a haber más fichajes en la parcela ofensiva?

– No sé si va a haber más llegadas o no. Yo solo puedo estar a trabajar. Venimos todos de abajo, de muchos años en Segunda B, y sabemos lo que cuestan las cosas. Sabemos que hay mucha competencia en la delantera, pero también en todas las posiciones. Y de esa competencia el más beneficiado es el equipo. La pelea por un sitio en la delantera va a ser dura, porque hay mucho nivel. Hay que entrenar lo mejor posible y ponérselo difícil al míster.

– El equipo mostró otra cara que respecto al Sporting. ¿Se ha sacudido esos nervios del debutante?

– Creo que sí, en Las Gaunas dimos un paso adelante. Creo que estuvimos mejor en todas las facetas. Por ejemplo, en ataque, botamos una docena de saques de esquina, protagonizamos acercamientos peligrosos... Quizás nos estamos quitando el miedo a la categoría, aunque sería mejor hablar de respeto, no de miedo.

– ¿Percibe diferencias con el juego en Segunda División B?

– En los espacios. Los partidos son un poco más abiertos. En Segunda B apenas había espacio para correr, todos jugaban de tú a tú. La Segunda es muy pareja y una jugada individual o un error pueden desequilibrar un partido. No se pueden cometer errores ni hacer regalos.

– Tuvo que celebrar su tanto sin público, ¿se nota?

– Sí, mucho. No sientes lo mismo, igual entras un poco más frío. En el 'play off', que era el partido más importante que había jugado, lo comentamos. No es lo mismo jugar sin público que con aficionados. Es más tranquilo. Con público estás más excitado, con ganas de dar aún más, de que te vean. La excitación es buena, pero en su justa medida.

– El sábado visitarán sin público el Insular, uno de los estadios más imponentes de la categoría...

– Jugar fuera de casa siempre es más difícil. Llevo viendo Segunda unos cuantos años por el Oviedo y tengo claro que cualquiera te puede ganar y viceversa. Puedes venir como líder después de haber ganado diez partidos y perder. Y, al revés. El colista te puede superar. Debemos ir a por todas y evitar errores.