Un equipo de más hechuras, pero incompleto

Más fuera de la portería que en otros partidos, pero muy peligroso con el balón en los pies. Su intervención a disparo de Bermejo evitó el segundo gol maño y, quizá, la derrota.

Cumplió durante muchos minutos apoyado en la lejanía del balón. Ofensivamente no aportó y defensivamente, su mala colocación en el área permitió a Narvaéz marcar. Era el principal peligro del Zaragoza.

Posiblemente este sábado fue en busca de los balones aéreos más que en la suma de mucho partidos. Uno de sus mejores encuentros con la camiseta riojana, aunque no suficiente como para mantener la portería a cero.

No cuajó un mal partido, aunque tiene que cargar con que Iago no es lateral izquierdo. Al menos, el Zaragoza no entró por medio, aunque en el remate de Bermejo a bocajarro no le ve llegar.

En el gol maño, Zapater le supera en el cuerpo a cuerpo y Bermejo le ganó la carrera hacia el balón poco después. Sufre con la llegada del hombre de su banda a posición de remate, como se ha visto en otros partidos. Ofensivamente, no tuvo recorrido.

Su partido más completo. Aguantó hasta el final del mismo, estuvo atento al corte de balones y a las ayudas.

Volvió a marcar después de mucho tiempo, otra vez desde los once metros, pero le cuesta llegar a algunos balones y mucho asomarse al área. Necesita más contacto con el cuero.

Buen partido, aunque de más a menos. Hace cosas increíbles con el balón en los pies, pero el equipo necesita aún más de su desborde. Ayer, la madera le privó del gol del triunfo.

Cada vez que se asoma al área del rival es para ofertar un balón de calidad, aunque siempre se encuentra con escasez de compañeros dentro del área. Este sábado arrancó de nuevo del centro del campo y no del lateral.

Trabajó mucho y se sacó un penalti donde no lo había, pero no disparó entre los tres palos y se marchó del partido con molestias en su muslo derecho, aunque podrá jugar en Ponferrada el martes.

De él nació el gol de la UD Logroñés. No estuvo brillante en el último pase, pero a pesar de jugar como segunda punta dio un enorme cantidad de ayudas defensivas a sus compañeros.

Once minutos en el campo. Apenas toco el balón, siempre fuera del área, y se libró una tarjeta amarilla. Sigue sin saber saltar con los brazos cerrados.

Apenas unos minutos sobre el campo, sin tiempo para algo más que posicionarse.