La UD Logroñés araña algo de tiempo

Fruto de la situación clasificatoria, de mostrar que todos en este equipo pueden ser titulares o de pensar en el partido del sábado y la dificultad de recuperar jugadores en tres días, los cierto es que Sergio Rodríguez planteó en Fuenlabrada una revolución que aún no había llevado a cabo. Hasta seis cambios en su once respecto al pasado sábado, incluido el sistema, pues jugó con tres centrales, dando la primera titularidad a Bobadilla y Clemente, y laterales largos. También quedó claro que hay jugadores que no pueden descansar y tienen nombre propio: Iñaki y Andy.

La UD Logroñés no discutió la posesión al Fuenlabrada, que buscaba el toque a la primera y mucha movilidad en ataque con Salvador y Pinchi arrancando desde las bandas y Kante por dentro. Los blanquirrojos se plantaron bien sobre el césped y entendieron, se supone que lo habían hablado, que el peligro podía estar en la rapidez de las transiciones ante el ansia ofensiva de los azulones. Rubén, una de las novedades, llegó por tres veces a rematar desde la media luna, trayectoria que traza a la perfección desde la banda; Paulino desbordó también en dos ocasiones por su carril; y Roni daba una enorme movilidad al ataque, a pesar de estar solo. Todo claro, salvo el último pase, que condenó al cántabro, por ejemplo. Y es en esos metros finales cuando la calidad mental decide.

El partido estaba abierto, aunque la UDL ya había podido dar el primer paso a su cierre, pero Iribas tapo el lanzamiento de Rubén, solo ante Rosic, tras una fantástica jugada de Paulino y Iago por la derecha. Faltaba esa pizca de suerte necesaria. Quizá con ella, el despeje de Rosic que pegó en Roni podría haber acabado en las redes locales. Todo cuenta, claridad, ejecución y fortuna.

No veía las cosas claras José Ramón Sandoval, que permitió a sus hombres dar un paso más tras el descanso. Ganó presencia ofensiva, sobre todo cuando Nteka, un segundo punta potente y de llegada, se sumó al partido. Apareció entonces un bloque más físico con el francés, su compatriota Kante y el senegalés Ciss. Jugaba más cerca del área de Yari, pero no cercaba su marcó. El ucraniano apenas intervino en su segundo partido y ninguno de los tres centrales se vio en un apuro destacable. Ahora bien, en esos retoques, el Fuenlabrada anuló la salida de la UDL. Ya no ligaba pases, la posesión había descendido y la transición no existía. Un buen balón de Paulino al espacio, a la espalda de Juanma, fue lo mejor, pero una vez más la UDL no eligió bien. Roni regateó y se resbaló cuando lo más sencillo hubiera sido poner el cuero en el punto de penalti ante la llegada de dos compañeros. Una vez más se erraba en aquello que desequilibra los encuentros. Los famosos detalles, esos que de momento no sonríen.

A ellos les queda valorar el punto. Para el aficionado, de análisis más caliente, insuficiente ante la necesidad de puntos; para los protagonistas, un punto en casa del único equipo que no conoce la derrota esta temporada. El sábado variará su valor.

Así lo hemos contado