Los detalles que siempre lastran

Había ilusión. Mucha. Pero fue un detalle que le duró segundos al Logroñés. Exactamente 120, lo que tardó el Almería en sacar rédito a varios errores encadenados para abrir el marcador. Un equipo, el de Rubi, que pese a estar luchando por el 'play off' había lucido su lado menos sólido en los últimos encuentros. Pero la UD Logroñés es lo que es, un equipo sin referencia en el centro del campo cuando no está Andy Rodríguez, con una defensa fragilísima, endeble y a veces con evidentes signos de indolencia, que es lo que realmente fastidia a la afición.

El Almería aprovechó ese regalo y en dos minutos sacó los colores al conjunto de Sergio Rodríguez. Una falta total de intensidad en el centro del campo permitió un pase en profundidad al espacio -gigantesco- entre un muy desacertado Álex Pérez y Pablo Bobadilla sin que Santamaría reaccionara a tiempo para evitar el primer tanto. Y después de varios sustos más, y -también hay que decirlo- alguna ocasión clara para empatar, 25 minutos después llegó el segundo del cuadro local. En otro detalle: Álex Pérez, de 1,92 metros, perdió en su duelo con Chumi y el Logroñés se vio con un 2-0 en contra que prácticamente le sentenciaba.

Con muy poquito, el Almería le había dado la puntilla al Logroñés. Las noticias que llegaban desde otros campos tampoco podían levantar la moral a un equipo deprimido que, cuando está de que no, lo está en mayúsculas. De otra forma no se comprenden los dos goles que falló Bobadilla en ataque, el segundo con la puerta totalmente a su disposición. Detalles. Y sabemos que no hay nadie que sufra más esos errores que el najerino. El fútbol es un deporte cruel y cuando está la UD Logroñés de por medio llega a ser sangrante.

El Almería pudo acabar la historia con otro grave error defensivo motivado por la ingobernabilidad del centro del campo blanquirrojo, pero el penalti que cometió Andoni López lo lanzó fuera Sadiq. Pero ni de ese detalle se benefició la UD Logroñés, que en la segunda parte mostró más bravura, es cierto, pero poco acierto. Solo el gol de Leo Ruiz le volvió a meter en la lucha. Tuvo más control sobre el balón pero no lastimó a su rival. El agotamiento del equipo ya era evidente.

Al final, el Logroñés dormirá hasta el domingo con la soga al cuello. Los de Sergio Rodríguez están obligados a ganar a Las Palmas y a esperar el tropiezo del Lugo, que juega en casa de un Rayo Vallecano que lucha por el 'play off', o el Alcorcón, que recibe a un Espanyol ascendido y desconectado ya de la Liga. Para eso deberán materializar, por lo menos el domingo, los detalles que le son tan esquivos.