Cuestión aritmética

Una vez alcanzados los 40 puntos (con el justo empate de este domingo), el Logroñés casi tiene que empezar a restar. A restar los que le quedan para una permanencia cada vez más cercana, aunque aún por certificar.

Comienza ahora una fase donde se va a imponer la aritmética. En otro tiempo, estas 8 jornadas serían idóneas para seguirlas con el transistor y la calculadora. Ahora, la LFP ha privado del valor de las retransmisiones radiofónicas porque ya no se simultanéan los partidos, sin embargo, sí que es necesario asistir a los encuentros con la calculadora en una mano y el calendario de competición en la otra.

Aunque la primera premisa es siempre ganar los puntos propios, no es inútil observar lo que hacen los rivales más directos.

La Segunda División entra en sus últimas jorndas en una locura colectiva que afecta tanto a los de arriba como a los de abajo y hacen posible que se produzan resultados tan sorprendentes como la derrota del Mallorca en Castalia de este mismo fin de semana.

En cualquier caso, tal y como marca la tabla, el Logroñés se debe preocupar de lo suyo. Tiene dos enfrentamientos con rivales directos como Cartagena y Castellón. Si consigue sumar esos 6 puntos a los 40 ahora disponibles, es problable que no le haga falta mucho más para que las matemáticas le otorguen la permanencia, quizá algún empate más sería suficiente.

Pero todo ello, pasa por ganar los dos partidos con sus más directos rivales y luego esperar a que las matemáticas hagan el resto.