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Cada vez duelen más las derrotas de la UD Logroñés, por muy previsibles que parezcan. El cuchillo del descenso va afilando su hoja con el transcurrir de las jornadas y la herida que está causando en las carnes blanquirrojas sangra sin parar. No logra encontrar ... el conjunto riojano los puntos que la cierren.
El de este sábado no era día de suturas. Más todavía tras la complicada semana vivida en la entidad capitalina. Sonaba a irreal que la UD Logroñés saliera con los tres puntos del RCDE Stadium. Se podía soñar con un partido como el que realizaron los blanquirrojos ante el Mallorca en Las Gaunas y, encima, confiar en que el buen juego trajera consigo un resultado positivo. Pero, ahora mismo, la UD Logroñés no está en esas. Bastó con ver los minutos iniciales, en los que el Espanyol pudo marcar por partida doble y avasalló a su rival. Luego se calmó la cosa, durante un ratito, hasta que Javi Puado sí que acertó a superar a Miño... Y, tres minutos después, Embarba embocó el regalo lujoso de Melendo... Y dos más tarde, Pedrosa hizo el tercero con un disparo cruzado desde fuera del área... Lo que a la UDL le cuesta una vida, al Espanyol le bastó con cinco minutos. Aparte de los tres goles, lo que sufrió el visitante este sábado fue un suplicio. Pocos fueron tres tantos para lo que se pudo haber llevado ya en la primera mitad.
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La segunda parte fueron 45 minutos de los llamados en baloncesto «de la basura». Estaba todo tan sentenciado que lo que ya pasara estaba de más. Incluso el cuarto de Dimata.
Pero este partido era de los que no cuentan. No estaba marcado a principio de temporada en la lista de encuentros necesarios para cuadrar el balance positivo al final de la campaña. Si acaso, entraba dentro del saco de extras, de esos que te dan impulso para tirar para arriba. Pero los de Sergio Rodríguez no han estado precisamente lustrosos ante los 'top' de la Segunda División como para pensar en una alegría.
El presupuesto de los catalanes se distancia del de la UD Logroñés por millones y millones de euros, esos que compran las arrobas de calidad que posee la plantilla perica y que echa en falta el técnico blanquirrojo. Un equipo muy de Primera, intentando pasar cuanto antes el castigo de un mal año, contra un novato en Segunda con cuerpo de Segunda B.
Y eso que no estaba Raúl de Tomás, que solo con su sueldo ya supera el presupuesto de toda la plantilla blanquirroja, que marcó un gol de bandera en Las Gaunas, y al que Sergio definió antes del partido como «el mejor delantero de la liga».
Hasta las malas rachas son diferentes según los barrios. Para el Espanyol, los tres empates consecutivos suponían una minicrisis. Qué pensaría Vicente Moreno si viviera el sufrimiento de solo haber sumado ocho de los últimos 48 puntos... Posiblemente lo tendría que hacer desde su casa, fuera del banquillo perico.
La diferencia es la que es. No se puede esconder, y menos en estos momentos con tanto en juego y con objetivos tan diametralmente opuestos. Este partido era de los que no contaban. Menos mal.
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