«Somos conscientes de la mala dinámica, pero la situación no lo es»

El preparador aludió al rival y al campo como condicionantes insuperables. Un adversario acostumbrado a jugar en ese recinto y un campo que, a su juicio, anula diferencias. «Todos sabemos lo que es jugar aquí. Son partidos muy complicados por el rival y por las condiciones del campo. En la primera mitad hemos golpeado el balón demasiado, pero cuando hemos creado algo más de juego, hemos tenido mejores situaciones. El equipo ha hecho un buen trabajo y lo ha intentado», explicaba para llegar a un idea fundamental: adaptarse a Urritxe. «Con las condiciones que presentaba el campo no había diferencias. Era una cuestión de capacidad de adaptación. Al ser de Segunda partíamos como favoritos, pero es un fútbol diferente al que nos encontramos. Es un golpe. Nos gusta mucho la Copa», añadía.

Ese análisis descartaba un bajo rendimiento de sus jugadores. Consideraba que «no vio» falta de actitud. «Siempre ha existido, pero no era fácil adaptarse a la situación. Respeto todas las opiniones, pero la mía es que no ha habido falta de actitud. No permitiría que no hubiera actitud sobre el campo», apostilla.

Más allá de razonamientos, opiniones o discrepancias, los números reflejan la sexta derrota consecutiva, aunque sea en Copa. Una situación tan seria, negativamente, como lo fue cuando se enlazaron seis victorias, positivamente. «La dinámica es negativa. No sumamos puntos en Liga y hemos perdido en la Copa. Todo sale al revés. Lo que antes nos favorecía, ahora nos perjudica. Cuando los resultados no son buenos, las sensaciones, tampoco», señalaba a la espera de iniciar un nuevo reseteo pensando en Málaga. «El convencimiento es muy importante. Trabajamos día a día, pero no salen las cosas. Por eso es fundamental estar convencido. Somos conscientes de que podemos ganar a muchos equipos y de que la actual dinámica es mala, pero la situación no es mala. Tenemos un partido muy importante el domingo. Hoy estamos tristes, pero mañana nos levantaremos», admitía.

Habla desde la experiencia que le dan muchos años como jugador y menos como entrenador. Sabe que vive un momento concreto del fútbol y admite que no es el mejor. «Estoy mal, porque el trabajo no da sus frutos. Sabíamos que la categoría iba a ser una montaña rusa para un equipo como el nuestro y ahora la situación es delicada», concluyó.