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No podía estar más contento Sergio Rodríguez tras la victoria de la UD Logroñés en tierras asturianas, la primera del equipo riojano lejos de casa en la Segunda División. Ahora bien, el técnico blanquirrojo reconoció que el partido fue «un poco loco, bastante raro y ... difícil de explicar» por las dos versiones que mostró la UDL en cada una de las partes y que convirtieron el choque en un «tiovivo de emociones».
Rodríguez habló en rueda de prensa de «una primera mitad que ha sido mala y en la que nos ha noqueado ponernos por detrás tan rápido. Hemos entrado mal y lo tenemos que corregir para poder competir en los siguientes partidos». «En la segunda mitad, hemos entrado con más convicción, me quedo con la reacción del equipo tras salir del vestuario. y hemos tenido la fortuna de marcar en las dos primeras ocasiones. Luego, ha llegado el empate y tras el tercer gol, hemos dormido el partido y ya no hemos sufrido demasiado», añadió.
El técnico logroñés se mostró especialmente contento «con los jugadores de arriba porque el acierto en este partido, que no hemos tenido otros días, les va a ayudar a nivel emocional». Además, consideró que el triunfo en Oviedo era una cuestión de «justicia». «Merecíamos más puntos de los que llevábamos hasta ahora y que no habíamos conseguido», aclaró.
La expulsión «ha puesto el partido de cara» pero, por momentos, los jugadores blanquirrojos no han sabido aprovechar esa circunstancia y sacarle partido. De hecho, Rodríguez valoró que, tras quedarse con diez el equipo asturiano, sus pupilos «forzaron demasiado las cosas».
Pese al resultado favorable, admitió que el equipo no se había parecido a nada de lo mostrado en los partidos anteriores. «Desde luego, queremos ser la UDL de la segunda parte, pero es verdad que no se ha asemejado nada a lo que venimos siendo, un equipo muy complicado que pone en muchas dificultades a rivales de primer nivel, como ya hemos visto. No hemos encontrado el sentido de bloque que buscaba», reconocía después del choque.
Rodríguez quiso mostrar un discurso optimista: «Vamos a ser justos y quedarnos con lo positivo de este partido y no con lo megativo».
Por eso, su lectura final contenía un mensaje de ánimo y esperanza, pero alejado de toda euforia. Este triunfo da «tres puntos muy importantes» que deben servir «para coger confianza y afrontar lo que viene con un poco más de respiro», concluía el entrenador riojano.
El entrenador del Real Oviedo, José Ángel Ziganda, se mostraba contrariado con su expulsión pero pidió disculpas al club y a la afición ovetense por «no saber estar a la altura ni mantener la compostura, pero no le he faltado al respeto en ningún momento al árbitro», quiso aclarar en la rueda de prensa posterior al encuentro.
El técnico navarro insistió en la consideración de que «las decisiones arbitrales nos han hecho demasiado daño y nos han descentrado, sobre todo con el posible 2-0».
También valoró que su equipo estuvo «increíble en el esfuerzo» pero criticó que no supo estar «todo lo concentrado que debía en los goles en estrategia». «Cuando nos equivocamos estamos siendo muy penalizados», reconoció.
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