Alternativas para el nuevo once ideal

Sergio Rodríguez manipuló su once inicial en los tres últimos partidos de una forma insólita, que pocos imaginaban y en el momento más inesperado. No tocó nada. La UD Logroñés repitió ante el Zaragoza, la Ponferradina y el Tenerife su alineación, acumulando la exigencia en los mismos once protagonistas en la misma semana, cuando el equipo se jugaba su futuro. Una decisión con responsabilidad compartida entre las bajas y la «meritocracia» a la que hacía alusión el técnico el sábado. Un experimento que funcionó, pero al que se le abren ahora nuevas alternativas cuando la plantilla vuelve a estar al completo.

Las rotaciones eran marca de la casa de Sergio Rodríguez. Sin embargo, la transición entre febrero y marzo dejo importantes secuelas en forma de problemas físicos en todas las parcelas del campo. Dani Giménez, Clemente, Gorka, Errasti, Zelu, Pacheco, Ousama... Varios futbolistas han estado semanas sin entrar en los planes del técnico blanquirrojo. Además, otros tantos jugadores han tenido molestias puntuales o, en el caso de Bogusz, compromisos con su selección. Por ejemplo, hace dos semanas el equipo llegó a entrar con solo 16 hombres de la primera plantilla.

Las ausencias dejaron poco lugar a la imaginación en ciertas demarcaciones, como en el centro de la defensa, con Bobadilla y Alex Pérez como únicos recursos hasta hace pocos días, mientras que en el mediocentro Petcoff se ha hecho fuerte desde la lesión de Errasti en Lugo. En la portería, la baja de Santamaría, el guardameta que más minutos ha sumado, dio la alternativa a Miño en vez de a Dani Giménez, como podía esperarse. En los extremos, Pacheco no ha logrado encontrar salida a sus problemas tras sus esperanzadores pero escasos minutos, mientras que Paulino se reivindicaba como un imprescindible.

Poco a poco, Sergio Rodríguez encontraba su nuevo esquema, completando la transformación y apostando por un mismo once cuando la lógica y la exigencia invitaban a las rotaciones; con tres partidos en ocho días, momento habitual para repartir esfuerzos, no para concentrarlos. Pero en el fútbol la lógica no siempre dicta la razón. Frente al Zaragoza, la UDL formaba por primera vez con Miño bajo los palos, Medina en el lateral derecho, Iago López cambiando al izquierdo, y Bobadilla y Álex como centrales para completar la defensa. Petcoff y Andy se situaban por delante, con Olaetxea multiplicándose como enganche y Paulino y un Iñaki en posición adelantada en los extremos. Nano Mesa era el único y esforzado referente. Seis de esos jugadores también son de los que más minutos acumulan este curso.

La imagen inicial de la UD Logroñés se repitió ante la Ponferradina y el Tenerife. El resultado del ciclo de tres encuentros fue de cinco valiosos puntos, con dos empates y esa victoria ansiada durante demasiado tiempo. Y es que además de las limitaciones de efectivos, dar la confianza a los mismos once jugadores también fue una cuestión de méritos, una decisión técnica ante sus buenas actuaciones en esta semana clave.

El regreso en los últimos días de los jugadores tocados al trabajo con el grupo vuelve a abrir el abanico al preparador riojano. Ante el Tenerife convocó a todos, aunque estuvo más destinado a no dar pistas al rival que a ser un síntoma de la recuperación total. Por ejemplo, en el entrenamiento de ayer Clemente participó solo en algunos ejercicios y a Errasti le queda tiempo para estar al cien por cien. Sin embargo, es un síntoma de que los cambios en el esquema blanquirrojo puede retomarse frente al Mirandés. Gorka, que ya ha tenido minutos, podría regresar al centro de la zaga; Pacheco parece esta también disponible para dar más mordiente al ataque; y la competencia en la portería parece volver a abrirse al estar los tres arqueros listos para Sergio Rodríguez. Nuevos y viejos dilemas después de haber encontrado un once invariable.