Antes vestíamos como madres, ahora lo hacemos como niñas

En esta última década, por tanto, lo que ha estado a la orden del día ha sido dotar a la mujer de una imagen sobria, con prendas típicamente clásicas a base de colores neutros y estampados tradicionales como la pata de gallo o el príncipe de Gales. Sin embargo, 2020 se presenta como una nueva era en la que las directrices cambian totalmente de rumbo y se dirigen hacia nuestra más tierna infancia. Las prendas aniñadas y los elementos que endulzan una imagen que en estos últimos 10 años hemos intentado por todos los medios sofisticar, parecen estar a la orden del día. Nos percatamos a principios de año, durante todas las alfombras rojas que se sucedieron en el mes de enero. En todas ellas, al menos una invitada incidió en los baby hairs', una tendencia capilar que promueve una vuelta a la niñez destacando los pelitos cortos que nos crecen sobre la frente, algo especialmente visible cuando somos pequeñas. En el terreno de la moda no nos quedamos atrás, y hemos detectado un detalle en las camisas capaz de transportarnos varias décadas atrás: los cuellos bobo.

Se llaman así a los cuellos con acabado redondeado, también conocidos como 'cuellos bebé'. Los hemos visto esporádicamente en su versión más minimal, pequeños y recatados, adornando blusas y vestidos de carácter naïf, como los que llevábamos cuando éramos niños. Aunque puede pecar de edulcorado y ñoño, lo cierto es que hasta las 'royals' se atrevieron a probarlo en su momento. Cómo olvidar el vestido azul marino de Alessandra Rich que popularizó Kate Middleton, o el rosa con mariposas bordadas de la reina Letizia en la última fiesta de la Hispanidad, firmado por Felipe Varela. Sin embargo, durante este invierno hemos podido ver cómo, tímidamente, este tipo de cuello deja atrás la prudencia y adquiere dimensiones XXL. Ya no existen medias tintas y puede resultar complicado, por eso no terminó de cuajar en 'street-style'… hasta que llegó ella.

«El 76% de las ideas que tengo para mis looks las cojo de mis hijas». Con esta declaración y haciendo gala de su característico sentido del humor, Leandra Medine Cohen sentaba las bases del nuevo cuello bobo. En muchas de las imágenes recientes que ha publicado en Instagram, la prestigiosa editora de moda compara sus estilismos con los de sus pequeñas gemelas, que visten blusas de bebé tradicionales y muy similares a las suyas. «Estamos recogiendo lo que tú estás tirando», apostillaba en otro post, haciendo alusión a estas nostálgicas prendas. Suele encajarlas en estilismos básicos, con vaqueros o con shorts, medias y zapatos 'Mary Jane' para endulzar aún más el look. Entre sus firmas favoritas se encuentra Sea New York, una apuesta ganadora si te sientes identificada con este estilo romántico.

El olfato de Leandra Medine para detectar tendencias volvió a dar sus frutos y a ella le siguieron muchas 'influencers', una tras otra. Pernille Teisbaek, por ejemplo, reconocía en su perfil de Instagram que se inspiró en la editora norteamericana para probar suerte con el cuello bobo XXL. Al igual que otras nórdicas como Linda Tol, han encontrado su blusa favorita en Ganni, una mina para las tendencias e irresistible para las chicas de moda. En este caso, tiene un precio de 139 euros.

Por su parte, las mujeres de nuestro país prefieren La Veste, una firma española de nombre francés que representa el nuevo 'cool' de la moda internacional. Detrás de esta original propuesta, se encuentran María de la Orden y Blanca Miró, dos expertas de la industria al mando de sus propias firmas que pusieron su experiencia al servicio de un proyecto en común. ¿El resultado? Unas propuestas coloristas, especiales y diferentes, entre las que destaca la 'School Shirt' (camisa del cole), un diseño de cuellos XL con ribete en contraste, incapaz de pasar desapercibida. Está disponible en diferentes tonos y tiene un precio de 150 euros. Leandra Medine, por supuesto, también tiene la suya.

Siguiendo con la estela de color, Miu Miu propone estas camisas con enormes cuellos puntiagudos, festoneados y bordados con flores en diferentes tonos. Paula Ordovás y Camille Charrière no han podido resistirse, a pesar de los 1.000 euros que hay que desembolsar para hacerte con una de ellas. Como ocurre con los grandes 'hits', las réplicas 'low-cost' no se han hecho esperar y Zara ya ha lanzado su particular versión para esta primavera, con los mismos bordados, las mismas mangas y a un precio asequible de 19,95 euros.

Puede que sea una moda pasajera o puede que se instale durante varias temporadas en nuestro vestidor. Lo cierto es que este 'throwback' a la infancia ha despertado un creciente interés en la industria de la moda. El ejemplo más obvio y actual lo tenemos en el desfile de Chanel de Alta Costura, presentado en París el pasado mes de enero. La 'maison' francesa presentó una colección inspirada en el hospicio donde la diseñadora Coco Chanel vivó de niña con sus dos hermanas. En la pasarela se evocaron aquellos vestidos negros y grises de las huérfanas, diseños que recordaban a los que usaban las monjas, novicias e institutrices, y también se revivió aquella niñez austera gracias a blusones, esclavinas, calcetines blanco y, como no, camisas con grandes cuellos bebé.