De los 20 a los 50: Todo lo que debes saber sobre tu vestido de novia según tu edad

Lulú y Nerea, las diseñadoras de Lunè Couture, afirman contundentes que las novias que se casan entre los 20 y los 30 años llegan a su atelier dispuestas a arriesgar para alejarse de convencionalismos. «Nos piden vestidos que les permitan darlo todo en su gran día. Sobre todo, diseños cómodos y ligeros». De este modo, no faltan las transparencias, los escotes de vértigo y las espaldas de infarto.

Olga Paredero, una de las integrantes de la firma nupcial Paredero Quirós, opina que las veinteañeras tienen una personalidad menos definida, están relativamente influenciadas por todo lo que ven en las redes sociales y suelen tener en cuenta la opinión de su entorno familiar, de ahí el amplio abanico de propuestas que se presentan para las novias que se casan en esta década.

Esta es una opinión que comparte el equipo de la firma bilbaína Sophie et Voilà. «Cuando eres más joven la novia intenta agradarse a sí misma y a sus familiares más cercanos, llegando a hipotecar algún aspecto de su vestido». Aun así, los diseños tienen un denominador común: comodidad para bailar toda la noche, ligereza y frescura que se consigue con muselinas vaporosas, pequeños detalles de encaje y cortes que potencien la sensualidad, desde escotes novedosos a siluetas estructuradas.

Por su parte, Juan Escuer, el creativo de ESCUER, no duda en incorporar mangas de ensueño y otros detalles especiales, siempre y cuando favorezca a la figura de la novia y vaya acorde con su personalidad. «Las novias que vienen a ESCUER nos piden piezas que transmitan magia y fantasía, tengan la edad que tengan», asegura.

María Verde, la diseñadora de la firma Juana Rique, reconoce que las novias que se casan en la década de los 30 evitan caer en looks demasiado románticos y convencionales. «Prefieren arriesgar en los volúmenes que tanto vemos hoy en día». Así, las mangas abullonadas en tejidos semitransparentes o los cuerpos muy elaborados con bordados totalmente artesanales podrían ser su leitmotiv. Además, propone huir del tradicional blanco nupcial y poner énfasis en tonos como el blanco humo, el rosa pálido y otras pinceladas de color que podrían encajar perfectamente en este tipo de novias.

La diseñadora María Baraza, a los mandos de su firma homónima, comparte esta misma opinión: a los 30, las novias también se permiten la licencia de arriesgar dentro de unos looks, generalmente, de corte clásico. «Se atreven a incluir elementos más divertidos. Yo les sugiero que incorporen la tendencia de una forma controlada y siempre acorde a su personalidad», aclara.

Lejos de lo que podría parecer, las mujeres de 40 son las menos clásicas. Se definen por tener una marcada personalidad y no quieren vestirse de novia como tal. «Buscan un look que las defina por completo, se atreven con todo y valoran muchísimo el consejo profesional y creativo», asegura Olga Paredero.

A Belén Barbero, la creativa de Beba´s Closet, le encanta vestir a mujeres que se encuentran en esta franja de edad. «Confían en su instinto, han superado muchas inseguridades y buscan mostrarse tal y como son, mucho más que a los 20». Por eso, considera que es importante huir del 'momento princesa' y apostar por detalles en color que rompan con el blanco inmaculado.

María Baraza coincide en que estas mujeres tienen un estilo muy definido, no les gustan los diseños de voluminosos y, a veces, sorprenden con vestidos camiseros, capas o, incluso, plumas.

Por su parte, Yahaira Iriarte, la diseñadora de la firma Victoria Imaz, sostiene que en su atelier le piden vestidos sin volumen, sin grandes colas, sin pedrería ni grandes bordados o artificios. «Suelen querer un vestido en un tejido noble que les estabilice. Potenciar lo más bello que tengan y disimular aquello que no les guste tanto».

Nadie como Mariana Barturen para darnos una lección magistral sobre protocolo y normas de estilo. La opinión de esta sombrerera y diseñadora de origen bilbaíno es de vital importancia, ya que nos hace recordar algunos puntos imprescindibles a la hora de vestir en las bodas que, hoy en día, quedan relegados al olvido. Independientemente de la edad en la que las mujeres deciden casarse, para ella es vital la elección del lugar, algo que condicionará por completo el look nupcial. De este modo, en una boda que se celebre por la Iglesia, el protocolo lo marca la propia Iglesia. Por ello, la novia debe cubrirse la cabeza en señal de respeto, de ahí la cultura del velo. Este accesorio nupcial merece un capítulo aparte, ya que su uso correcto ha quedado denostado en los últimos años.

Sin embargo, y aunque las líneas actuales marquen lo contrario, Mariana asegura que deben cubrir el espacio que hay entre los hombros y la coronilla. Nunca deberá arrastrar y generalmente serán cortos, a media pierna, como los que llevaron en su día alguna de las novias ilustres como Grace Kelly o Carolina de Mónaco. Los velos siempre se elegirán en función del vestido y estos deben prescindir de escotes pronunciados, aberturas en la espalda, tirantes, transparencias, encajes elásticos pegados al cuerpo o tul invisible. Nunca nos debemos olvidar que nos casamos en una Iglesia. Sin embargo, en una boda por lo civil, el protocolo lo marcan los novios, por lo que las posibilidades para elegir tu vestido de novia se ampliarán considerablemente.