Zonas escolares

Porque al final, por muchas vueltas que uno le dé, el resultado final de jugar con las zonificaciones escolares es ése: dificultar que los padres que quieren llevar a sus hijos al centro concertado de su elección lo tengan sencillo, y redirigir así a más porcentaje del alumnado hacia los colegios públicos.

No creo, sinceramente, que la cosa tenga mucha lógica tal y como está el patio. O sea: con la natalidad en recesión, hace años que los colegios no podrían «seleccionar» alumnado, uno de los mantras ideológicos clásicos. Las listas de espera son cosa del pasado, con alguna excepción (y la mayor, el Duquesa de la Victoria, es un centro público). De hecho, me parece que el consejero Cacho corre de cabeza a meterse en un lío que embarrará el resto de sus propuestas, por otro lado meritorias sobre el papel, para cambiar cosas en la educación riojana. Meter el dedo en el ojo de la concertada (una opción educativa que ahorra dinero al sistema en general) puede satisfacer bajas pasiones, pero nada más. Y un gobierno no está para eso.