Vivienda admite «un retraso» en el pago del bono joven de alquiler de 250 euros

El bono supone para los beneficiarios ingresar mensualmente 250 euros durante un máximo de dos años (siempre que cumplan unos requisitos), lo que hace un total de 6.000 euros. Según los datos totales facilitados por el Gobierno regional (no los desglosa por meses alegando que «el programa informático asociado a la gestión de la ayuda no permite obtenerlo de manera automática» ), antes de que acabase 2022 se habían abonado 661.919,67 euros; el 19 de enero, 502.817,92 euros y el 31 de diciembre serán 368.451,70 euros. «Es decir –subraya la Comunidad– a 31 de enero, el 100% de la solicitudes concedidas en 2022 –850– estarán abonadas». Esas cuantías incluyen los pagos retroactivos (el bono entró en vigor en enero), pero el Gobierno tampoco precisa su cuantía esgrimiendo también motivos informáticos.

En total suman 1,53 millones de euros, la mitad de la partida asignada para el bono en 2022 que asciende a 3 millones de euros. Y esto es así, alega Caldito, por dos motivos principales: por un lado, porque el programa de ayudas se abrió a mitad de año (el 22 de julio) y «los pagos se programan a medida que se van resolviendo las solicitudes», que es un proceso «muy complejo», con «cambios de programas informáticos», que «producen distensiones y requieren de un periodo de ajuste». Eso sin contar problemas añadidos por documentaciones incompletas presentadas por los solicitantes. No obstante, reivindica, «estamos gestionando lo más rápido posible» y el área «se ha reforzado con tres trabajadores más». Y, por otro, porque Vivienda emite las órdenes de pago, pero no las ejecuta. Como ordenante de los recibos de pagos figura la 'Comunidad Autónoma de La Rioja', según ha podido comprobar este periódico.

Los 1,5 millones pendientes de la asignación de 2022 «se han pasado a la anualidad de 2023», que por sí misma tiene consignada una partida de 3,3 millones. Para los dos siguientes ejercicios quedan 'picos: 300.000 euros en 2024 y 200.000 en 2025, lo que hace el total de 6,8 millones que el Gobierno central (financia el bono aunque delega su gestión a las autonomías) asignó a La Rioja.

Pero estos casi siete millones ya se han quedado cortos. En concreto lo hicieron el 30 de septiembre cuando la cifra de solicitudes que habían entrado en Vivienda ascendía a 1.133, todas las que puede cubrir esa financiación inicial de 6,8 millones de euros, si bien Caldito afirma haber mantenido «personalmente» varias conversaciones con el Gobierno central para «captar nuevos fondos».

En todo caso, y a pesar de esta falta de disponibilidad presupuestaria, el Gobierno de La Rioja mantuvo abierta la convocatoria y no la suspendió hasta una resolución que publicó el 11 de noviembre. ¿Qué es lo que ocurrió? Pues que entre una y otra fecha a los 1.133 expedientes admitidos a trámite que sí habían entrado dentro del límite financiero (los 6,8 millones) se sumaron otros 814 haciendo el total de 1.947 expedientes. «Seguimos admitiendo solicitudes hasta el 11 de noviembre porque, dada la experiencia que hay en la Dirección General, siempre hay un porcentaje elevado de ayudas que no se conceden» y de esta forma se generaba «un margen suficiente para intentar estirar al máximo de personas la concesión del bono», justifica Caldito. «Y a todos ellos», añade, «les dijimos que podían solicitar» el bono, «pero también las ayudas generales para jóvenes» porque «son compatibles» y, de hecho, «incluso ha habido jóvenes que han renunciado» al bono para pedir la ayuda de menores de 35 años, que «es menor, pero por más tiempo, no limitada a dos años».