Vivencias de un viejo rockero

Pasó parte de su infancia entre las dos localidades y muy pronto, a los siete años, comenzó su vinculación con el mundo de la música, al que se siente orgulloso de pertenecer desde hace más de sesenta años (en abril de 2017 el teatro Ideal calagurritano acogió una gala por sus seis décadas musicales).

El mes pasado Roberto publicó su primer libro 'Memorias de un caminante' y lo presentó en Logroño y Calahorra. «Cuenta mil y una anécdotas, peculiaridades, sorpresas y vivencias de este viejo rockero que lo que más desea es seguir caminando...» como él mismo dice.

Sus inicios musicales fueron en Radio Juventud de Calahorra donde interpretaba temas de la época, de Joselito, coplas y también imitaba a Miguel Gila.

Tuvo una etapa en un internado religioso en Nanclares de la Oca y al regresar a su ciudad trabajó como aprendiz de fontanero, entre otros empleos. A mitad de la década de los sesenta formó su primer grupo, Los Vampiros Negros, con Pedro (batería), Toñi (bajo), Miguel Ángel (cantante) y Roberto (guitarra y voz). Sólo ofrecieron un concierto en el salón de actos de un lateral de la iglesia de San Francisco, con espantada del cantante incluida, al que tuvo que suplir Roberto. Con Pedro y Toñi creó después Los Aster, nombre de una flor que mostraba una caja de cerillas.

Los Thior era otra banda de Calahorra. Al separarse, su vocalista, Galo, se integró en Los Tukans y el guitarrista, Teo, entró en Los Aster. Los Incas y Raúl y Los Melódicos son otros grupos que cita este artista en sus memorias. En 1967 Roberto dejó Los Aster.

Actuó en formato de trío, dúo, como Roberto Lanka protagonizó en 1969 el cortometraje 'Mi nuevo mundo', organizó homenajes a The Beatles y eventos culturales, tocó en The Cavern (Liverpool), superó enfermedades y ha publicado cinco discos desde 2007, como Roberto Herreros y uno como Yayoman. Todo ello se refleja en un libro en el que da gracias por la vida. ¡Que siga la música!