No más violencia, no más miedo

Una hora antes, frente a la concha del Espolón, unas trescientas personas se han conentrado convocadas por la Plataforma 8 de Marzo, formada por PSOE, IU, CCOO, UGT y Mujeres Riojanas Progresistas. Aunque la megafonía no ha funcionado, los presentes han podido oír el manifiesto leído por la portavoz de la plataforma y seguir su discurso a través de los folletos repartidos entre los asistentes. En ellos se recogían las cifras de mujeres asesinadas por violencia de género, así como las órdenes de protección y las víctimas infantiles.

Las frías cifras se ilustraban con las situaciones menos visibilizadas de violencia: la que se esconde detrás de las redes sociales y los teléfonos móviles, la laboral, la de las trabajadoras del servicio doméstico o «la cosificación de la mujer que ha llegado a tal punto que la sociedad va aceptando iniciativas que regulan la prostitución y los vientres de alquiler». El acto acabó con un minuto de silencio tras el que se corearon lemas como «Ni una menos, libres nos queremos» o «Ni un paso atrás».

Los sindicatos UGT, CCOO y CSIF han organizado también sus propios actos en diferentes puntos de la ciudad y voluntarios de la Red Vecinal contra la Violencia de Género Intrafamiliar han entregado gerberas a los transeúntes «como símbolo de que las mujeres pueden superar la violencia machista».

Comisiones Obreras ha asegurado que «no tolerará ni un paso atrás en los derechos ante posiciones negacionistas» y la CSIF reclamó relanzar el Pacto de Estado contra la violencia de género. También el Observatorio de Derechos Humanos ha pedido«poner freno al discurso del odio que atenta contra los derechos de la mujer y de las víctimas».

Por su parte, el Partido Popular ha difundido un comunicado en el que ha destacado que «la lucha contra la violencia de género no es cuestión de ideologías, es una realidad social que se debe combatir todos unidos».

También la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, que se multiplicó en diferentes actos, aseguró «que no hay que dar ni un paso atrás en todo lo conseguido en la lucha contra la violencia de género».