La Fiscalía pide 134 años para la banda que usaba a una anciana minusválida para mover droga desde Villamediana

La operación comenzó en Aragón, donde los agentes comprobaron que un hombre, acompañado siempre de su madre octogenaria, minusválida y que requería de una maleta para el oxígeno, realizaba numerosos viajes al extranjeros «en ocasiones de hasta 2.000 kilómetros en menos de 24 horas» para transportar droga. Su progenitora era «plenamente consciente de la actividad ilícita de su hijo y se prestaba a colaborar para evitar sospechas en los distintos controles policiales».

Así, con esa coartada, la Policía constató un par de viajes a París antes de que el transportista acudiese en tres ocasiones a Logroño los días 19, 21 y 16 de julio para reunirse con viejos conocidos policiales del mundo de la droga.

El 2 de agosto del año pasado, explica el fiscal, siempre con su madre, el transportista de drogas acude a Villamediana y de allí van al parking de un centro comercial de la capital. Repiten la misma operación al día siguiente, cuando uno de los imputados, vecino de Alberite, le entrega un voluminoso paquete. Los tres vehículos se separan y toman direcciones controles: uno vuelve a Logroño, otro se pierde del control y el del correo de la droga y su octogenaria madre toma rumbo a Zaragoza. A la entrada de la ciudad le espera el cepo policial, que descubre que en el paquete, escondido bajo pañales, había casi 21 kilos de hachís.

El hallazgo conllevó dos registros en Zaragoza y la constatación de que los dos riojanos implicados en la transacción estaban moviendo mucha droga junto al resto de investigados pocos días antes de San Mateo. Las pesquisas se abrieron para descubrir que existían tres domicilios en La Rioja donde se podía mover la droga: uno en Alberite, otro en Villamediana y uno más en el barrio de Cascajos, además de un taller en Tudela que servía de tapadera para el trapicheo.

El 31 de agosto se realizan las entradas y registros. En un domicilio de la calle Gustavo Adolfo Bécquer de Villamediana, en el que residían la pareja del sospechoso, junto a su madre, padrastro y hermano, los agentes hallaron 23 kilos de cocaína y 19 kilos de hachís, con un valor cercano a 1,5 millones de euros. Mientras, en Alberite y Logroño los policías encontraron elementos para el narcotráfico, pequeñas cantidades de droga, dinero y un vehículo preparado para mover droga.

Por su parte, en Tudela se realizaron varias entradas en los domicilios de dos hermanos, en su taller y en una finca, en los que se hallaron 727 gramos de MDMA, anfetamina, hachís...

De los dieciséis acusados siete se encuentran actualmente en prisión, entre ellos los dos vecinos de La Rioja. Además de las penas de cárcel, el Ministerio Público pide una multa de dos millones de euros para los tres principales implicados y de 1,6 millones para el resto. Por último, para dos de los acusados, naturales de Colombia y en situación irregular, el fiscal pide que sean expulsados de Españacuando accedan a la libertad condicional o al tercer grado.