Mercedes asegura que «ya no peleo ni tengo sueños». Pese a que, a sus 43 años, ha alcanzado hitos difícilmente imaginables aún hoy en día para quien nace con parálisis cerebral. Su trayectoria vital es un continuo ejemplo de saber convivir con las adversidades y no detener ni un paso ante ellas.
Resulta habitual ver a esta logroñesa por la ciudad manejando su silla de ruedas eléctrica. Asimismo, son visibles sus dificultades para controlar las manos, los músculos y el habla; pero también que estas limitaciones físicas han forjado en ella un carácter que no se arredra ante nada. «Las circunstancias con las que uno nace (discapacidad, país, familia...), el entorno donde creces y lo que vives construyen tu personalidad. Y quiero creer que a su vez hay un 'sujeto' que, con más o menos margen de maniobra, va eligiendo y construyéndose cada día», señala.
«Lo importante es desde dónde uno hace las cosas, no lo que logra»
Tras una adolescencia complicada, salpicada por operaciones en la espalda que desembocaron en un cierto retraimiento social, Mercedes hizo sus maletas y se marchó a Pamplona para estudiar Farmacia. Al término de esta carrera, había completado uno de los cinco mejores expedientes de su promoción. En aquellos años de juventud, también pasó un verano en Estados Unidos y hasta se sacó el carné de conducir, algo que inicialmente pensó que jamás estaría en su mano.
«Las circunstancias con las que uno nace (discapacidad, país, familia...), el entorno donde creces y lo que vives construyen tu personalidad»
Aunque la riojana siempre ha demostrado agallas para tomar las riendas de su destino y trazar su propio camino. Había conseguido un trabajillo al término de Farmacia, cuando dio un golpe de timón a su vida y puso rumbo a Salamanca para estudiar Psicología, pese a la incomprensión de los suyos. «Comenzó a crecer en mí la inquietud por la Psicología, no tengo todavía muy claro por qué; pero aposté por ello y ha sido una de las mejores decisiones de mi vida», confiesa. No en vano, fue número uno de España en el PIR (equivalente al MIR de los médicos) y en la actualidad atiende su propia consulta privada en Logroño.
«Mis vivencias me han hecho recorrer caminos complejos y, al tener esto elaborado, me permite situarme mejor en el mundo del paciente«
«Mis vivencias me han hecho recorrer caminos complejos y, al tener esto elaborado, me permite situarme mejor en el mundo del paciente. Aunque, claro está, esto además de toda la formación y experiencia profesional, ya que no trabajo de 'gurú inspirador' sino que soy psicóloga clínica», insiste. No es amiga de dar consejos, pero admite que si la vida le ha enseñado algo es que «la salida es hacia dentro».
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