Verpa abre consulta para las setas

Aseguran los miembros del Grupo Cultural Micológico Verpa que, actualmente, además por setas venenosas también se producen intoxicaciones por setas comestibles conservadas en mal estado. Cada vez hay más conocimiento e información pero nos seguimos confiando demasiado. Precisamente para resolver dudas Verpa abre su sede todos los lunes de 19.30 a 21.00 horas en el centro cívico de Yagüe, donde cualquier aficionado puede acudir con ejemplares para que le ayuden a identificarlos. «Es tradicional en las sociedades micológicas dar este servicio a los recolectores. Suele venir gente con conocimientos básicos que han cogido especies comunes, aunque en algunas ocasiones se presentan con setas bastante tóxicas», expone Carlos Manuel Pérez del Amo, miembro de Verpa.

Anécdotas tienen muchas, aunque tal vez la más significativa sea la de que dejaron una bandeja entera de un supuesto revuelto de boletus en un importante restaurante alavés porque lo que les sirvieron no eran boletus. O, cuenta Carlos Manuel Pérez del Amo, cuando advirtió a una comerciante de Logroño que vendía setas de chopo que lo que exhibía era de todo menos lo que anunciaba y esta acabó retirando el producto que decía le servía un vecino. «Una vez vino una persona con un táper congelado de carne son setas. Decía que se las habían dado asegurando que eran comestibles y que las cocinó, pero como no se fiaba, las congeló y las trajo aquí. Nosotros no sabíamos lo que era y le aconsejamos que lo tirase porque el riesgo es altísimo, pero lo que quería era comerse, al menos, la carne», recuerda Rubén Martínez, también miembro de Verpa.

«Una señora de unos 70 años vino con una bolsita con diferentes especies de setas, entre ellas inocybes, que son tóxicas; y cortinarius orellanus, que son mortales... Decía que se las había dado su hijo, que decía que eran buenas y no estaba segura. Nosotros le aconsejamos que las tirase y hablase con su hijo», recuerda Pérez del Amo. La máxima precaución que hay que tener es porque setas como la cortinarius orellanus no presenta síntomas hasta por lo menos diez días después de la ingesta, cuando ya no te acuerdas de que las has comido y ha afectado irreversiblemente a órganos vitales como los riñones y el hígado. En más de una ocasión han consultado a Verpa desde el Hospital San Pedro para identificar alguna especie ante una posible intoxicación.

Y es que sigue siendo muy frecuente, por ejemplo, confundir la tóxica entoloma lividum con las comestibles pardilla o perrechico. «Esta es la que más intoxicaciones produce desde hace muchos años porque es muy apetecible, blanca, huele muy bien, agradable... y la gente se confía. Pero produce diarrea, fiebre, vómitos... Pasas 48 horas jodidillo», advierte Pérez del Amo. «Y, depende de como estés de salud, puede ser mortal», apunta Rafael Martínez, otro miembro de Verpa. «La mayoría de las setas producen intoxicaciones muy fuertes pero no son mortales a no ser que tengas una patología previa, que entonces sí. Son procesos gastrointestinales que a una persona débil le puede causar la muerte», aclara Pérez del Amo.

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