Pilar, Amparo y Vicenta bajan por la rampa del centro de salud de Ezcaray. Son de Logroño, pero veranean en Santurde y dos veces a la semana acuden al consultorio para las curas que Vicenta necesita. «La atención es muy buena, tanto en puntualidad, ... como en atención como en amabilidad», aseguran al hablar del trato que reciben en un lugar que se tiene que adaptar con la llegada del sol ante el aterrizaje masivo de turistas. No en vano, la población del municipio se multiplica por diez en el periodo estival.
Publicidad
Las logroñesas han estado poco tiempo en el centro de salud. Enseguida han sido atendidas. Han llegado pronto y no había mucha gente dentro. Es a partir del mediodía cuando se comienza a ver más movimiento en el entorno, aunque los pacientes entran y salen con bastante celeridad. Dentro está Javier González, director de la zona básica de Santo Domingo de la Calzada, quien reconoce que, pese a esa aparente tranquilidad, la atención sanitaria en la zona «se complica» ante ese aumento de la población. «Habitualmente estamos tres médicos para cubrir la zona y ahora, con suerte, estamos esos tres también, pero la gente tiene derecho a cogerse vacaciones», expone. «La situación, en cuanto a médicos, está como está tanto en La Rioja como en España, y con los mimbres que tenemos intentamos adaptarnos para dar la mejor asistencia posible porque lógicamente hay que atender a los pacientes», añade.
Mientras habla con los periodistas, González tiene que atender a una mujer que llega con problemas respiratorios al centro. Después, unos ciclistas hacen parada en el lugar porque uno de ellos quiere pedir cita para otro día y más tarde aparece por allí Eduardo José. «Aquí por las mañanas verás sobre todo a mucha gente del pueblo», expone al periodista este vecino de Ezcaray, quien solo tiene buenas palabras para los profesionales del centro de salud. «Trabajan muy bien; están aquí, hacen salidas a los pueblos, visitan las residencias...», enumera el riojalteño. «Les vendría bien tener un apoyo, pero yo nunca he tenido ningún problema con ellos», remata este vecino, quien solo tiene una petición para las autoridades: «Que pongan un pediatra porque me tengo que ir con mi hijo a Santo Domingo».
¿Cómo se organizan en el centro de salud para prestar esa atención en verano? González responde. «Cambiando horarios, cambiando conceptos en agendas... Todo lo imprevisto hay que asumirlo ese día», cuenta. «Lógicamente supone más trabajo y los veinte minutos de descanso no existen para nosotros durante el verano», apostilla.
Noticia relacionada
Además de por la llegada de más pacientes al centro, González afirma que el trabajo en este periodo se complica. «Mucha gente viene con patologías previas y desconocemos su historial, no lo traen y en ocasiones no saben ni qué medicinas toman», expone el médico. «Eso hace que necesites más tiempo con ellos», añade. Así, el responsable de la zona reconoce que «se trabaja más», pero afirma que es algo que «se asume» ante la necesidad de atención de las personas que van al consultorio. «Les atendemos y no hay ningún problema», sentencia.
Publicidad
El centro de salud de Ezcaray mantiene en verano el horario del resto del año. «Estamos de ocho a tres con agendas, con citas previas, y si es necesario atender alguna urgencia, se atiende», cuenta González. «Y luego tenemos atención continuada desde las tres de la tarde hasta las ocho de la mañana del día siguiente y los fines de semana las 24 horas», añade el facultativo, quien explica que para mantener esa atención continuada son necesarias las horas extras.
Para cubrir las vacaciones, mientras, se funciona mediante acúmulos. «Un médico hace dos cupos y la enfermera, en muchas ocasiones, también; eso implica más trabajo», relata González, quien estaría encantado si la plantilla se reforzara. «Ojalá hubiese más personal; de hecho, hace años se cogía a un facultativo y a una enfermera, pero ahora es imposible», lamenta. «Asumimos todo entre los que estamos y hacemos las cosas lo mejor que podemos, con la mejor fe y sin perder la paciencia», enumera.
Publicidad
Preguntado por cuáles son las dolencias más habituales en verano, el responsable de la zona de Santo Domingo de la Calzada indica que hay muchas gastroenteritis, así como catarros y caídas de bicicletas que provocan cortes y esguinces. «También seguimos teniendo bastante covid y el exceso de deporte también provoca en ocasiones problemas más serios, pero afortunadamente eso es lo menos frecuente», se congratula González, quien al ser cuestionado por si cree que los pacientes que acuden al consultorio de Ezcaray salen de él satisfechos, responde: «Reclamaciones no suele haber, por lo que supongo que eso quiere decir que la gente se siente bien atendida».
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.