Secciones
Servicios
Destacamos
Las ventas de vino de Rioja han terminado confirmando los malos presagios, con un descenso del 1,2% para el conjunto del año y muy lejos de la esperada recuperación que se presuponía para el ejercicio pasado y que es necesaria para comenzar a ... aliviar existencias. En este sentido, el plan estratégico de Rioja esperaba un crecimiento del 7,2% en el ejercicio pasado, si bien el estallido de la guerra en Ucrania ya provocó una rebaja de las estimaciones, pero aún así a mediados de año se esperaba cerrar con datos positivos en el entorno del 4%.
Sin embargo, el segundo semestre ha sido muy malo y, diciembre, el último mes que faltaba por conocer, ha seguido la línea de los anteriores con un fuerte descenso de ventas superior al 10% respecto al mismo mes del año anterior. Así las cosas, Rioja cierra el 2022 con 251,26 millones de litros vendidos, por debajo aún de las cifras prepandemia, cuando los principales competidores en España, Ribera del Duero, en tintos, y Rueda, en blancos, cerraron ya en 2021 en niveles precovid y han vuelto a crecer en 2022, aunque a ritmos moderados.
Volviendo a Rioja, el mercado nacional, al menos, ha conseguido mantenerse en positivo (0,16% de crecimiento), hecho que destacaron tanto el presidente del Consejo Regulador, Fernando Ezquerro, como el director general, José Luis Lapuente, al dar cuenta del balance anual de elaboración: «Según el avance de la consultora Nielssen, Rioja ha crecido dos puntos por encima de las ventas totales de vinos con DOP, lo que nos hace aumentar la cuota en volumen hasta el 27,7%». «Pese a la compleja coyuntura nacional –añadió Ezquerro–, estos datos ponen de manifiesto la confianza y apuesta de los consumidores por los vinos de Rioja, incluso en momentos de incertidumbre como los que atravesamos».
El presidente del Consejo Regulador prefirió quedarse con la botella medio llena al dar cuenta de los datos que, como aspecto positivo también, incluyen la mejora de las ventas de vinos de blanco en el entorno del 5% –y 10% también en rosados, aunque son muy minoritarios–.
Pero, poco más positivo. En el balance exterior, las ventas de vino cayeron un 3%, con los descensos esperados en Rusia y países del entorno, en China –con su política de covid cero–, pero con una intensa caída en Reino Unido (12% menos de botellas vendidas respecto a 2021), cuando una de cada tres botellas que exporta Rioja las compra dicho mercado: «Desde 2017 hasta hoy, estamos sufriendo las siete plagas bíblicas, con el brexit, los aranceles, China, Rusia y Ucrania, crisis de consumo por la inflación, sobrecostes...», justificó Ezquerro. «El vino –añadió– es un producto que no es de primera necesidad y todas estas incertidumbres afectan, y, mucho, a su consumo».
En la misma línea, José Luis Lapuente admitió que las cifras de 2022 no son las esperadas ni por el Plan Estratégico ni por el propio sector hasta mediados de año, pero sí afirmó que «se han salvado los muebles». «No podemos perder de vista que el año pasado Rioja fue capaz de vender 343 millones de botellas (251 millones de litros), con una facturación estimada, entre producto, enoturismo y derivados de unos 1.500 millones de euros, lo que es una diferencia notable respecto a otras DOP españolas de mucho menor volumen y entidad».
Lapuente avanzó que la ratio –la relación de existencias de vino y ventas– cerró a finales de diciembre en 3,64 puntos, por encima de los 3,47 de hace un año. cuando el equilibrio para la denominación se estima en 3 puntos. Este desfase afecta directamente a los precios percibidos por los viticultores al no necesitar vino las bodegas porque no han aligerado los almacenes.
Así las cosas, bajar la ratio es el objetivo más inmediato que se ha marcado el Consejo Regulador y lo que sí dejaron claro ambos dirigentes del Consejo Regulador es que, después de varios años acumulando existencias de vino, habrá que tomar medidas excepcionales. En este sentido, Fernando Ezquerro confirmó que se están negociando en la actualidad las normas de campaña –con previsibles recortes de producción en campo y previsiblemente en bodega– y que las decisiones se tomarán antes de lo habitual para que los viticultores sepan a qué atenerse.
Por el momento, no hay información más concreta, ya que se están debatiendo propuestas en las mesas de la Interprofesional y del Consejo Regulador de las diferentes organizaciones: «Hay una sensibilidad compartida por la mayoría del sector y seguro que se adelantarán las decisiones este año». Sobre la posibilidad de pedir recursos a las administraciones públicas, central y regional, para destruir oferta de vino, el presidente del Consejo confirmó a preguntas de los periodistas que «ya se está hablando con ellas y lo que hemos visto es sensibilidad con esta situación de crisis, que la ha habido en otros sectores y que ahora le ha tocado al del vino». Ezquerro recordó que Francia ha aprobado 168 millones de euros para destilación en su país, aunque el Ministerio español hasta el momento no se ha mostrado por la labor.
Tampoco la cosecha en verde (destruir uva antes de producirla) parece una opción clara, ya que, tal como dijo Ezquerro, no se puede complementar con ayudas regionales a las ya previstas en el programa de Intervención Social Vitivinícola (antiguo Pasve) y que no compensan en Rioja. Así las cosas, lo que se está estudiando es cómo financiar destilaciones o incluso descalificar vinos amparados para su salida por el circuito de mesa: «Necesitamos un debate tranquilo y estudiar todas las posibilidades y su financiación y, al mismo tiempo habrá que estudiar otras medidas, no solo cuantitativas, algunas de las cuales ya venían propuestas en el plan estratégico», indicó el presidente del Consejo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.