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El mercado inmobiliario está siguiendo en los últimos tiempos una tendencia peculiar, aunque ni mucho menos desconocida. Pese a un alza de precios constante ... y que limita cada vez más el acceso a la vivienda a muchos riojanos, la compraventa de inmuebles vuelve a la senda del crecimiento y cerró el pasado año a un ritmo no visto desde tiempos de la burbuja inmobiliaria. Época aquella en la que, precisamente como ahora, aumento en el número de operaciones y encarecimiento iban de la mano. Según la estadística del Colegio de Registradores, el año 2024 concluyó con 4.823 adquisiciones de vivienda en La Rioja, con un precio medio de 1.298 euros el metro cuadrado, un coste un 21% superior al de 2020.
La primera mitad del año sirvió para continuar con la tendencia descendente de 2023, describiendo una caída del mercado que seguía la lógica que imponía el euríbor. La escalada de los tipos de interés unida al encarecimiento imparable de los pisos supuso una pendiente insalvable para muchos que ralentizó el ritmo de operaciones con respecto a ese optimismo con el que se salió de la pandemia. Sin embargo, desde el sector inmobiliario ya entonces se aludía a una nueva dinamización del mercado, acompañada tanto por esa sensación de que los precios no iban a bajar, más bien al contrario, y al descenso de los tipos de interés. El euríbor, índice de referencia hipotecario, que llegó a estar en el 4,16% en otoño de 2023, concluyó el pasado año en el 2,4%.
Julio levantó el vuelo para encaminarse a un final de año radicalmente diferente. En el cuarto trimestre se vendieron 1.450 viviendas, unas cifras que no encuentran parangón hasta que nos remontamos al cierre de 2007 (1.521), poco antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria. De hecho, durante muchos años y hasta la pandemia, no se registraron más de mil operaciones trimestrales en La Rioja.
En el cómputo anual, se llevaron a cabo 4.823 compraventas en la región, algo por debajo de los datos de 2022 debido a ese mal arranque de año. De ellas, la amplia mayoría, 3.997, fueron de inmuebles usados, mientras que las 826 restantes correspondieron a pisos de nueva construcción. Se trata de una ratio similar a la de ejercicios anteriores, y es que queda lejos aquella época en la que la vivienda nueva se imponía en el mercado. En eso sí que existe una gran diferencia con el momento actual. Fue el año 2013 el último en el que se dio esta situación, con 1.813 viviendas a estrenar vendidas en la región por 1.413 usadas.
Lo que sí que crece a un ritmo constante es el coste que para los riojanos supone comprar uno de estos inmuebles. La media el pasado año se situó en 1.298 euros por metro cuadrado, si bien el coste se elevaba de forma significativa, hasta 1.581 euros en las viviendas de nueva construcción. El encarecimiento es de un 3,5% con respecto a 2023, si bien, mirando más allá, al año de la pandemia, el que marcaría el punto de inflexión, la vivienda se ha disparado un 21% en La Rioja. Por un piso que entonces costaba 150.000 euros hoy, según incremento medio, se pagarían 181.500 euros. Un pellizco muy importante. En el caso de la vivienda nueva esta subida es aún mayor, del 26%.
De hecho, la estadística del Colegio de Registradores permite comprobar que, dada una superficie media de los pisos vendidos de 100 metros cuadrados –un dato bastante estable en el tiempo– el pasado año el coste estándar de una vivienda fue de 130.578 euros (189.245 en nueva y 120,978 en usada), mientras que en el año de la pandemia fue de 107.400 euros.
En paralelo, el número de hipotecas constituidas también se ha incrementado hasta 2.452 en el total del año, lo que significa que un 45% de las compraventas se realizaron al contado, sin necesidad de que el cliente accediese a un préstamo, una cifra especialmente llamativa y que se sitúa entre las más altas del país. Solamente en la Comunidad Valenciana se realizan más adquisiciones de este tipo, alejadas de lo que el común de los ciudadanos puede permitirse, con el dinero por delante y sin financiación.
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Mientras, el importe medio de las hipotecas se elevó igualmente a 103.017 euros según el balance estadístico de los Registradores, un 19% más que hace un lustro. El porcentaje del salario que los riojanos deben destinar a la cuota de financiación mensual, sin embargo, se mantiene bastante estable y asciende al 24,4%. Una cifra muy similar a la de antes de la pandemia, y es que pese a que los pisos se han encarecido, también se han elevado, de forma general, los salarios e ingresos en los hogares en este periodo.
En definitiva, el año 2024 experimentó un cambio de tendencia, del frenazo a un nuevo auge en el mercado, una dinámica que. según las expectativas. del sector tendrá continuidad en los próximos meses.
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