La venta de cigarrillos en La Rioja cae a mínimos históricos entre enero y octubre

La ley antitabaco de 2011, que prohibió fumar en bares y restaurantes, aceleró el desplome del consumo

L.J.R.

logroño.

Sábado, 11 de diciembre 2021, 01:00

¿Qué efectos tendrá, en caso de salir adelante, el borrador de reforma de la ley antitabaco en el consumo de cigarrillos en La Rioja? ¿Qué sucedió con otras normas similares? ¿Cómo han evolucionado las ventas de tabaco en la región?

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Quizá la respuesta a ... esta última pregunta sirva para responder a las dos primeras. Las estadísticas que ofrece el Ministerio de Hacienda y Función Pública aseguran que nunca antes se habían consumido menos cigarrillos en la región... Lo que no significa que sean pocos. Durante los diez primeros meses de 2021 (últimos datos disponibles) se vendieron en La Rioja un total de 12.659.301 cajetillas que, a razón de 20 cigarrillos la unidad, supone el consumo de casi 253,2 millones de cigarros.

La cifra, siendo elevada, es la más baja de una serie histórica que ofrece datos regionalizados desde 2005, cuando se consumieron en 10 meses 22,65 millones de cajetillas. Con todo, fue en 2008 cuando más humo inhalaron los pulmones riojanos, el derivado de la quema de más de 23 millones de paquetes de tabaco (461.122.060 cigarrillos).

Ese descenso, en todo caso, no se ha trasladado con la misma intensidad a la liquidación de los correspondientes tributos. El imparable ascenso del precio del tabaco (el precio medio por cajetilla en 2002 era de 2,2 euros y ahora es de 4,5) ha compensado la caída de las ventas: entre enero y octubre de 2005 los riojanos gastaron algo más de 51 millones de euros en cigarrillos y los diez primeros meses de este año han invertido en su compra más de 57,6 millones (el récord es de 2010: 62,8 millones).

El punto de inflexión en el consumo de tabaco de La Rioja se registró entre 2009 y 2011, cuando las ventas de cajetillas se desplomaron casi un 25% (pasando de 21,5 a 16,2 millones). La clave está en el 2 de enero de 2011, fecha en la que entró en vigor la reforma de la ley antitabaco de 2006 (que entre otras cuestiones ya había prohibido, por ejemplo, fumar en el puesto de trabajo).

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Esa norma de 2011 hundió el consumo de cigarrillos porque se prohibió fumar en cualquier bar o restaurante del país con independencia de su tamaño, salvo en las terrazas al aire libre. La comparación de la realidad acstual con la inmediatamente anterior a que entrara en vigor aquella norma es evidente: a día de hoy se fuma casi un 34% menos en La Rioja. Las prohibiciones tuvieron efectos.

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