Los vecinos de Tricio ven «necesaria» una sucursal bancaria en el pueblo

Para algunos vecinos estos autobuses son más que suficientes. «Me acerco el día que viene y saco el dinero que necesito, o algo más para tener efectivo hasta que vuelva a venir el autobús», explica una vecina de la localidad. Pero, a su lado, otro lugareño opina que una oficina bancaria en el pueblo «es necesaria, porque hay gente que no puede esperar a que venga el autobús y tiene que bajar a Nájera, y los que no tienen coche lo tienen complicado». Precisamente Nájera, Huércanos o Uruñuela son algunas de las localidades a las que los caracoleros, admiten, se ven obligados a acudir cuando necesitan sacar dinero o hacer algún trámite bancario.

Los dueños de los negocios locales, como el bar, la farmacia o la tienda de comestibles, coinciden en que el cierre de la sucursal bancaria de Tricio les ha afectado. Ana María Sacristán regenta la tienda del pueblo, y explica que ahora tiene que desplazarse «a Nájera para hacer los ingresos en efectivo», y lo mismo le ocurre a Alfredo Osinaga, farmacéutico del pueblo. «Era una ventaja tener una oficina en el pueblo, por la comodidad y la confianza», comenta, y añade que «era un servicio muy importante para que los negocios del pueblo» pudieran hacer cualquier gestión.

Muchas de las gestiones que antes se hacían en la caja, ahora se pueden hacer 'on line', pero aquí la edad es un condicionante. Gran parte de los habitantes de Tricio son gente mayor que no maneja las nuevas tecnologías, y son ellos «los que más lo sufren, porque tienen que depender de los hijos para que les traigan dinero», apunta Ana María.

Es por eso que, en general, los vecinos coinciden en que servicios como la banca «son esenciales en los pueblos», puesto que «facilitan la vida a las personas mayores», que en lugares como Tricio son la gran mayoría de habitantes.