El repaso

El porno que ven sus hijos

No entro en cuestiones morales sobre si el porno es o no deseable en sí mismo. Hay quien quiere prohibirlo, y ese es un buen debate. Pero mientras sigue su curso, bien haremos en fijarnos en la realidad como es, y no como la quisiéramos.

Así que hoy me gustaría sugerirle que, si por un casual no consume usted, haga la prueba. Sobre todo si tiene hijos en edad de merecer. O sea, chicos o chicas adolescentes o preadolescentes. No suba mucho el listón, porque algunos estudios cuentan que la edad de inicio está bajando ya hasta incluso los 8 años.

Entre y mire, hágame caso. No hace falta que rebusque mucho. PornHub, una de las webs más vistas del mundo (más de 130 millones de personas pasan por ahí cada día) es la más grande. Verá que ahí hay de todo, a disposición de cualquiera. Todo gratis. Sin ningún requisito de edad ni de registro. Entrar, darle al play, ver.

Lo de «de todo» es casi literal, pero me gustaría que se fijara usted en un detalle «argumental» que se repite muy a menudo: el hecho de que la relación sexual (en cualquiera de sus variantes) empiece con una cierta resistencia de la chica. Repare por ejemplo en algunos subgéneros que son ciertamente preocupantes. Como por ejemplo las relaciones incestuosas (disfrazadas convenientemente con referencias a «hijastros» o «hijastras»). O el sexo que empieza como un «pago» por parte de la joven. Un casero que obliga a la inquilina a pagar su deuda con su cuerpo, un maestro que sube las notas de su alumna (o de la madre de esta) a cambio de lo mismo. O increíbles relaciones múltiples, tres, cuatro, cinco contra una. La chica se resiste, lo dicho. Pero al final disfruta.

No le pido que se ponga a ver semejantes burradas por gusto, aunque si a usted, señor adulto, le aprovecha, allá cada cual con su conciencia. Tendrá al menos el raciocinio suficiente como para saber que eso que ve es tan ficción como una película de Spiderman.

Pero, lo dicho, si convive con jóvenes en formación es necesario que sepa lo que hay, porque tenga por seguro que ellos lo están viendo. Y mucho. Y muy a menudo. Y que aunque no todos, algunos sí corren el riesgo de interiorizar que cuando una chica dice no en realidad lo está deseando. O que directamente asocie excitación con agresión.

Es cosa suya contarle a su retoño cómo es la vida de verdad. No espere que nadie en la escuela se lo enseñe a su hijo de usted. Porque, ay, la educación sexual de verdad sigue pareciendo un tabú en la educación española, sobre todo por culpa de esos que hasta lo llaman «adoctrinamiento».

Lo que les ha costado a Podemos e IU llegar a donde estaban hace ya dos años es un misterio de esos que no entienden mas que los muy acostumbrados a bucear en «el espacio». Porque tiene tela el hecho de que, tras romper la baraja varias veces y esperando hasta el último día, acabaran los dos partidos firmando lo que se daba por firmado hace, lo dicho, media legislatura. O sea, que Henar Moreno sería la número uno al Parlamento y alguien de Podemos (Amaia Castro, que ya está ahí) la cabeza de lista al Ayuntamiento de Logroño.

Entre tanto, la polémica ha servido para que los morados intentaran una demostración de fuerza desde Madrid sin demasiado sentido, solo dando lugar a que pareciera que lo suyo era cuestión de a) dinero y b) un sillón. Porque de programa, para qué hablar.

Pero bueno, al menos la conversación bajó a lo riojano y todo quedó en nada. Los casi amigos pudieron comerse un cocido a gusto en el frontón de Fuenmayor, y ambos irán juntos en la misma papeleta, lo que al menos les da la posibilidad (no la certeza, ojo) de poder saltar el umbral regional del 5%.

En una semana con tantas noticias regulares y con una tan horrible como la de la violación de las dos niñas, permítanme que me quede en un rinconcito con una cosa que me ha hecho gracia. En Igea, en un paredón, Carlos Corres pinta tan bien como suele un retrato monumental del Marqués de Casa-Torre, aquel indiano apellidado Ovejas que hizo fortuna con la plata de las américas. Ya puestos, me he acordado de su casa, el fantástico palacio, probablemente el edificio civil más bonito de La Rioja, que sigue ahí esperando a que alguien lo haga valer para algo. Que es difícil, sí. Pero por comentarlo.