Raúl Vázquez, junto a la turbina que mueve la fábrica. :: F. D.

«Vamos a hacerlo realidad, sí o sí»

Raúl Vázquez quiere convertir la fábrica de harinas en centro de interpretación y en casa rural

Miércoles, 4 de septiembre 2019, 07:24

Raúl Vázquez está empeñado en que la antigua fábrica de harinas La Gloria, de San Millán de la Cogolla, reviva y se convierta en un elemento revitalizador para la localidad y el resto de poblaciones del valle. Él nació en el edificio con más de ... 400 años de existencia que quiere convertir en una casa rural, que a su vez, financie la segunda parte del proyecto, un centro de interpretación de la energía y de la harina. Está convencido que, junto a su amigo Mario, «vamos a hacerlo realidad, sí o sí».

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Es por ello que una de las acciones que han llevado a cabo fue buscar en Hispania Nostra que se incluyese en la 'Lista Roja' del patrimonio en peligro tanto la citada casa como el edificio anexo y antigua fábrica de harinas, «que aunque es de principios del siglo XX, también tiene mucho valor porque en su interior está toda la maquinaria de la fábrica y dispuesta para poder funcionar», advierte.

El proyecto, que ya ha sido presentado ante el Ceip para conseguir ayuda en la financiación, ronda un coste de 800.000 euros. Consiste en convertir la casona en una casa rural con 11 habitaciones, «que sería la que serviría para cubrir el coste del funcionamiento de la segunda parte del proyecto, el centro de interpretación».

Éste ocuparía la fábrica de harina que puso en marcha su bisabuelo Santos, convirtiendo el antiguo molino de los benedictinos de Yuso en «una de las primeras fábricas tecnológicas de España, lo que quiere decir que por un lado entra la materia prima, en este caso el trigo, y por otro sale el producto final, la harina, sin manipulación humana».

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Por el momento «tenemos concedido el 40% de ayuda del Ceip para la casa rural y otro tanto para el centro de interpretación», indica Vázquez, «pero no estamos de acuerdo con la segunda parte, ya que, según nos dicen los técnicos, al no ser un proyecto con fines lucrativos, como sí es el caso de la casa, tenemos derecho hasta un 80% de subvención», por lo que, alentados por los expertos, ya han presentado el correspondiente recurso.

También han establecido contactos con las universidades politécnicas de Madrid y Valencia, que se han comprometido a llevar a cabo las labores de restauración de la maquinaria, toda de madera, por un lado, y de los motores y turbinas, por otro. «Ellos mismos se han ofrecido a hacerlo de una manera gratuita, a modo de prácticas para sus alumnos del último curso, pero con la condición de que les proporcionemos el alojamiento gratis», explica, aunque puntualizando que «por eso, lo primero que queremos hacer es la casa rural, a fin de que puedan alojarse aquí mientras llevan a cabo la restauración».

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Sea como fuere, está convencido de que el proyecto saldrá adelante, y para ello pide «que no nos regalen nada, queremos cumplir con todos los requisitos legales que se necesiten», pero también demanda «que no nos pongan zancadillas». Él por su parte, asegura haber vendido sus empresas para encauzarlo todo en el proyecto que contempla no solo la posibilidad de que los visitantes puedan conocer los pormenores de la energía y la fabricación de harina, sino que también tiene previsto una serie de actividades relacionadas con el medio ambiente para ofertar a quienes se alojen en la casa. «Al lado tenemos 25.000 metros cuadrados, y contaremos con caballos para dar paseos, una serie de animales de granja, además de un huerto ecológico, todo ello para complementar la visita al centro».

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