A los ojos de un jovenzuelo y provinciano Félix Revuelta, Barcelona era el centro del mundo. En aquellos años, todo lo que podía soñar se concentraba allí. «Veías la modernidad, los avances, el trabajo, la convivencia, una sociedad abierta...», recuerda aquel hijo de guardia civil ... que fue a la ciudad condal a cumplir con el servicio militar (en la Guardia Civil) y seguir sus estudios universitarios. «Me quedé prendado. Me enamoré de Cataluña». Y Cataluña le sonrió y le tendió la mano para ser un empresario de éxito. Ocurrió hace 50 años y de aquello -asegura- ya no queda ni rastro. Hoy, este catalán-riojano sigue siendo empresario de éxito, pero ahora reside en Madrid, y su grupo Naturhouse, también. Y, últimamente, buena parte de su tiempo lo dedica a defender Cataluña del independentismo extremo desde la plataforma Sociedad Civil Catalana.
-En el juego de palabras usado por Puigdemont, ¿usted es de los que piensa que ha declarado la independencia o no?
-Yo creo que la respuesta que le ha dado Rajoy ha sido la idónea porque hoy lo que no hace falta es tensar la situación en Cataluña. Todo está a flor de piel en los independentistas y también en la parte española. A raíz del éxito de la manifestación del 8-O la brecha social está muy clara. Hay dos fuerzas: una española mayoritaria y otra independentista, que no es toda extrema; hay un 20% a los que les han comido el coco con que España les roba y ese porcentaje es el que hace que hoy esa masa sea tan importante.
«La manifestación del 8-O mostró a la prensa internacional que no es un conflicto Cataluña-España»
-Usted ha vivido en Cataluña 50 años, ¿cuándo comenzó a larvarse esta situación?
-El sistema de elecciones premia demasiado a las minorías. ¿Qué sucedió? Felipe González tuvo que pactar con Pujol para gobernar en Madrid y cedió mucho para que no se enfadara el señor Pujol, y Pujol se convirtió en el señor feudal de Cataluña. Y luego llegó Aznar e hizo lo mismo, y Zapatero fue un desastre. Siempre hemos estado dominados por esas minorías. Poco a poco se han hecho fuertes. Ahora hay un gran problema en Cataluña que va a tardar muchos años en solucionarse. Existe esa brecha social y corregirla requiere mucha inteligencia, tacto, grandes políticos y pactos de Estado. Los grandes partidos (PP y PSOE) no fueron capaces de ver este problema y aliarse ellos para gobernar, como ocurre en otros muchos países, para no depender de minorías.
-Cuando usted decidió en agosto trasladar su empresa a Madrid (fue el primero), ¿fue por adelantarse al riesgo que otros empresarios no vieron en ese momento o fue la voluntad de dar un toque de atención a la sociedad catalana?
-Un poco las dos cosas. Los empresarios tenemos una visión a largo plazo que no tienen los políticos porque gobiernan a cuatro años. Vi que aquello iba mal y pensé que podía trasladarme porque mis empresas no dependen del mercado catalán. Yo ya me había significado mucho. Todo el mundo sabía que pensaba que el nacionalismo es algo antiguo, medieval, y la perdición de una sociedad. Quienes me hacían el boicot, me lo hacían desde hace tiempo. Hice lo que quise y además revolvía un poco la sociedad, lo que era necesario. Desde el primer día dije que la seguridad jurídica y la paz social estaban afectadas en Cataluña, cuando tienes un gobierno que hace lo que le da la gana, que no controlan en Madrid y ni los propios ciudadanos podemos. Unos pocos fundamos a finales del 2013 Sociedad Civil Catalana para luchar contra la ANC y Omnium Cultural y surgimos para apoyar a los catalanes españoles, para que tuvieran dónde agarrarse y decirles que no estaban solos.
«Mientras estos señores tengan la mayoría, no creo que vuelva ninguna empresa a Cataluña»
-¿Cómo vivió la manifestación de Sociedad Civil, el 8-O?
-Se lo juro, se me puso la carne de gallina. Fue una emoción ver un millón de personas y ver las banderas españolas que no las podíamos sacar.
«El Gobierno se equivocó el 1-O al mandar miles de policías»
Asegura Revuelta que, el 1 de octubre, el Gobierno «se equivocó» al mandar miles de policías. «Eso me lo han comentado círculos policiales. Eso era una locura. Si se quería hacer algo, se tenía que haber ido y detener a los inductores al independentismo con cualquier excusa, llevarlos a Madrid y tenerlos 48 horas. La gente habría salido igual a la calle pero hubieran sido los Mossos los encargados de solucionar el orden público y la Policía habría quedado tranquila. Ésa hubiera sido la jugada. Y no el papel que hicimos: todos nosotros como sociedad civil en la prensa extranjera y diciendo que este país es inestable». «El otro día me hicieron una entrevista en francés y la pregunta más típica es si en Cataluña hay democracia. Mi respuesta fue: ¿Tienen ustedes parlamento en Córcega o Normandía? Pues en Cataluña tienen parlamento», explicael empresario.
«La prensa extranjera es muy manipulable y los secesionistas gastan mucho dinero en manipularla», agrega Revuelta. «Para mí, ese día fue un problema grave. Pero después hubo algo muy importante: el mensaje del Rey, que cambió las cosas y reafirmó la voluntad del Estado de que no se iba a desunir».
-¿Qué supuso esa jornada?
-Para mí, la manifestación solucionó grandes problemas. La prensa internacional se hizo eco de que el conflicto no era entre Cataluña y España sino entre catalanes españoles y catalanes independentistas. Al Govern le desmontamos su carta. Y también fue muy importante la visión que dimos los catalanes al resto de España; se vio que Cataluña no era todo independencia, que no se puede maximizar esa palabra. Que hay unos catalanes que se quieren independizar y unos catalanes que somos una mayoría silenciosa.
-En los días previos sucedió la salida de Banco Sabadell, la Caixa y la fuga de empresas...
-La gente empezó a sacar el dinero de los bancos catalanes. Yo el primero. Dije al director financiero que no dejara ni un euro. Y después salieron muchas más empresas. Creo que fue un ambiente positivo y animó a Sociedad Civil para la manifestación.
-¿Regresarán a Cataluña sus empresas?
-En el referéndum de Quebec salieron muchas empresas y no ha vuelto ninguna. El conflicto de Cataluña no se va a solucionar de inmediato. Vamos a estar 20 años con un conflicto leve, más pequeño, y si lo atacamos con inteligencia lo podremos ir reduciendo. Sociedad Civil seguirá trabajando; estamos creciendo. Ahora han hecho un libro para explicar a los niños el 1-O, que es de juzgado de guardia. Eso hay que denunciarlo y Sociedad Civil va a estar ahí vigilando. Somos los propios ciudadanos los que tenemos que controlar lo que nos están haciendo esos señores. Mientras esos señores tengan la mayoría no creo que vuelva ninguna empresa por la inseguridad jurídica. Ahora bien, si tenemos la suerte de que hay elecciones y los españoles constitucionalistas logramos un acuerdo para gobernar Cataluña, entonces volverán. Si vuelve la cordura, Cataluña subirá porque vendrán empresas y gentes a invertir. Incluso yo. Las que tengo fuera no las voy a cambiar pero podré invertir. Ahora no quiere invertir nadie.
-¿Es positivo que Rajoy haya dado un plazo?
-Ha demostrado sensatez, tranquilidad, calma y que no se exacerben los ánimos. Les ha dejado abierto a ellos para que se pongan nerviosos.
-¿Cómo ve el desenlace?
-Creo que se va a tener que aplicar el 155 pero es inteligente no hacerlo en su totalidad. No hay que quitar facultad alguna a la Generalitat porque eso va contra el pueblo y es peligroso. Por ejemplo, Educación. No hay que tocarla, hay que reformarla. Hay que tener mucho cuidado y controlar. El problema ha sido hasta ahora que no se ha controlado porque no interesaba, porque no tenían que enfadarse estos señores para que no quitaran su apoyo. En este país hay que reformar de una vez por todas la ley electoral. No puede ser que unos partidos nacionalistas necesiten la mitad de votos para tener un escaño que uno nacional porque al final van a tener siempre la mayoría.
-¿Es partidario de ilegalizar la CUP?
-Si tiene la justicia motivos, que hay momentos en que los tiene, yo sí. Porque son gente que van a crear inestabilidad. En EEUU, los partidos que crean inestabilidad, se los cargan enseguida. Yo no soy jurista, pero como ciudadano diría que no me representan. Son gente que representan una independencia extrema muy belicosa y eso hay que mirarlo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.