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Un matrimonio, en el porche de su 'mobile house', instalada en el camping de Bañares. Sonia Tercero

Vacaciones de acampada por La Rioja

Berceo, Haro y Bañares son tres de las localidades que cuentan con instalaciones de un sector cada vez más demandado

Carmen Matute Vallejo

La Rioja

Martes, 13 de agosto 2024

En los últimos años los cámpines españoles no paran de crecer. A nivel nacional el sector registra cerca de seis millones de turistas del país y también son muchos los extranjeros que optan por esta posibilidad. El incremento de demanda en los cámpines riojanos ha superando incluso niveles pre-pandemia. «Si comparamos el 2024 con datos anteriores al covid, ha ido en aumento», declara el presidente de la Asociación de Campings de La Rioja, Jon Salgado. Lo más destacado es el crecimiento de clientes que no han ido a un camping nunca, «cada año nos encontramos con más clientes que prueban el camping y repiten». En este sector La Rioja «compite contra comunidades punteras como Cataluña, Alicante o Valencia».

Después de una salida en bicicleta de montaña, Roberto llega al Camping Berceo. Al dejarla en su parcela se encamina al bar de la entrada con la tarea de colocar todo en la piscina. Cargando las hamacas y las toallas llega con paso decidido hasta uno de los sitios más tranquilos del área. Tras la llegada de su madre y su aprobación, Roberto se dirige a por su café de la mañana. «Nosotros vinimos por dos días y, al final, nos quedamos un mes», comenta Roberto desde la terraza del bar. «Mi mujer enredando por internet encontró este sitio que quedaba cerca y parecía estar muy bien. Cuando vinimos tuvimos un buen recuerdo y desde entonces volvemos cuando podemos». Después de 5 años seguidos viniendo a Berceo, Roberto y su familia no dudan en repetir. «Esto es como un pueblo donde conoces a todo el mundo y los críos hacen sus cuadrillas», relata. «Todo es muy familiar, pero no lo contamos mucho para que no se sepa y no vengan», continua Roberto entre risas.

James, Olivia y Alex jugando con un balón. Sonia Tercero
Basi, durante su lectura diaria Sonia tercero
José Javier y su mujer, en la entrada de su parcela Sonia Tercero
Mario y su mujer, en su porche de Bañares. Sonia Tercero
Roberto, usuario del Camping de Berceo Sofía Ceballos

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Desde los años 80 el Camping Berceo cuida sus parcelas para todos aquellos que vienen a relajarse por las instalaciones, andar en bicicleta o pasear por las montañas. Los meses de más demanda para este sector son julio y agosto, colgando el cartel de completo todos los fines de semana. Alejandro Alfaro, gerente del camping, asegura que la mayoría de nacionales provienen del País Vasco, mientras que los extranjeros «vienen de varias zonas, sobre todo de Reino Unido, Países Bajos y Bélgica». Para poder llegar hasta este camping «hay mucho boca a boca», explica Alejandro. «Es una de las cosas que más nos gusta porque al final la gente viene un año y hay mucha probabilidad de que repita más años», continúa.

Alex, James y la pequeña Olivia cogieron su coche desde el suroeste de Inglaterra para comenzar sus vacaciones. Con su furgoneta roja, tres tiendas de campaña y todo lo necesario para seis semanas de tranquilidad llegaron al ferry que les desplazaría hasta Santander. Veintiséis horas después de salir de casa llegaron al Campingred de Haro. «Vinimos por primera vez hace dos años. Queríamos un sitio con buen clima, buen vino y un buen sitio para nuestra hija», explica James.

Uno de los accesos del camping de Bañares. Sonia Tercero

Para llegar a conocer este sitio Alex narra que «una amiga vino a La Rioja durante sus vacaciones y le encantó». «Así que nosotros –cuenta– buscamos en internet por la misma zona y encontramos esto que era lo que queríamos». Además, para Alex, es muy importante que «no haya muchos ingleses», comenta entre risas. «Nos gustan mucho más los españoles». El día a día de esta familia inglesa es muy relajado: «Nos despertamos, cogemos el pan, desayunamos, vamos a la piscina o a las bodegas, jugamos y cenamos», describe Alex.

No muy lejos está Basi, una señora legendaria en el camping por sus 32 años alojándose en este recinto. «Suelo venir desde abril hasta que termina el verano», explica. «Vinimos una vez mi marido y yo y nos gustó. Como nos encanta La Rioja y nuestra parcela es un buen sitio, siempre venimos cuando podemos». La esencia de este lugar es la libertad de los residentes. «Me levanto a la hora cuando quiero y, como nadie me manda, hago lo que me apetece», aclara Basi con una sonrisa.

Abierto todo el año

En 1986 el Campingred de Haro abrió sus puertas y desde entonces su actividad no ha frenado. El gerente de este camping, Carlos Contreras, manifiesta que «la mayor demanda de nacionales es durante junio, julio y agosto». «Al tener mucho turismo extranjero –explica– abrimos todo el año porque ellos llegan en los meses de abril, mayo, septiembre y octubre». En la actualidad el panorama de este turismo ha cambiado. «Se va desestacionalizado. Ahora la demanda es durante todo el año, está más repartida».

En este recinto el mayor atractivo tanto para los niños como para los adultos es la piscina con chorros y toboganes. «Es lo esencial de un camping, sobre todo para las olas de calor y para los niños». Este camping cuenta con su propio generador de luz y de agua caliente. «Tenemos placas solares para generar luz y también placas térmicas para el agua caliente», comenta Carlos.

A tres kilómetros de Santo Domingo se encuentra el camping de Bañares. Con 5 estrellas, este recinto cuenta con cafetería, restaurante, supermercado, parafarmacia e incluso actuaciones musicales y de magia. El director del camping, Jon Salgado, explica que «lo importante es que los niños se acuerden solo de comer porque eso es síntoma de que se lo están pasando bien». Este camping cuenta con 3.000 visitantes que vienen en su mayoría del País Vasco y Navarra, muchos de ellos llegan gracias a la búsqueda en internet. «La Federación Española de Campings ha estado trabajando en el marketing y la promoción de este tipo de turismo que ha ayudado a que la gente conociera todo este mundo».

Priorizar la seguridad

Para garantizar toda esta diversión la seguridad es una parte primordial del día a día. «La mayoría de nuestros clientes son niños pequeños y tenemos que procurar su seguridad. Tenemos medidas para la entrada de los coches, también contamos con un límite de velocidad y, para la tranquilidad de los residentes, un guarda nocturno los 365 días del año», relata Jon.

En una de estas parcelas está Mario leyendo el periódico mientras su mujer se prepara para la piscina. Esto es una rutina desde hace 21 años. «Nuestro día a día se basa en ir a la piscina, tomar el sol, echar la partida de cartas y más piscina», describe Mario. «Al final con el calor y los nietos lo que más utilizamos es la piscina, los toboganes y los chorros». Con orgullo esta pareja muestra su 'mobile house'. Un baño, tres habitaciones, una cocina y un salón albergan a 10 familiares en su particular temporada alta. «Venimos los fines de semana, las vacaciones y festivos», aclara Mario.

En una de las calles de este camping se encuentra la segunda residencia de José Javier y su familia con su inconfundible sombrilla amarilla. «Unos amigos nos invitaron un año a venir y nos gustó tanto que al año siguiente nos apuntamos nosotros», narra José Javier en su porche equipado de ventiladores para esta época de calor. «Comienzo mi día dando un paseo en bici, luego vuelvo y voy al supermercado si hay que hacer compra. Después vamos a la piscina, comemos, una siestita y al final del día quedamos con nuestra cuadrilla de aquí de siempre», retrata su rutina vacacional. «Nos gusta mucho esta zona, tanto que mi mujer muchas veces me llama riojano», explica con gracia.

Berceo, Haro o Bañares son algunos de los cámpines que tiene La Rioja. Nuestra comunidad es un lugar elegido por muchos para pasar sus vacaciones, relajarse entre la naturaleza y disfrutar de buenos vinos.

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