UPA denuncia el desembalse de 10 hm3 al Ebro desde La Rioja pese a la sequía

«No se entiende que con los antecedentes recientes de sequía y con mucha más agua almacenada en la margen izquierda del Ebro, en una situación de privilegio, tenga que ser la derecha la que desembalse esa aportación extraordinaria», explica Pedro Arce, responsable de regadíos de UPA. Para él, resulta «incomprensible el visto bueno del Gobierno de La Rioja y de los representantes del sindicato de riegos del Najerilla» y «más cuando en 2017 la sequía causó daños valorados en cinco millones de euros en Zarratón».

La aportación extraordinaria se acordó el pasado 18 de julio dentro de la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Ebro y, en ella, los representantes del Iregua hicieron públicas sus reticencias.

«Después de los últimos años de sequía pedimos que esos cinco hectómetros cúbicos nos los dejasen en reserva, pero nos explicaron que estamos en la media de los últimos cinco años y que era necesaria», indica Sergio Tudelilla, presidente del Sindicato Central de Riegos del Iregua, que reconoce que los agricultores están «teniendo un cuidado extraordinario con el agua que emplean». «Es una situación que hemos vivido otras veces», indica. La Confederación Hidrográfica del Ebro prefiere no entrar a valorar la denuncia de UPA y solo recuerda que la gestión de las aguas del Ebro se basa en la unidad y la solidaridad.

Desde ARAG-Asaja, su presidente Eduardo Pérez Hoces explica que la decisión «es una actuación normal por estas fechas», aunque recuerda «la situación de sequía que arrastra La Rioja y que este año se mantiene en zonas como la del Yalde o Enciso». «Los agricultores han tenido que dejar de regar cultivos de cereal», recuerda Pérez Hoces. «En los embalses hay agua, pero sin lluvias, que no se avecinan, se va a mermar la reserva», añade y pide precaución a la hora de soltar agua. «Hay que guardar de cara al año que viene porque los embalses están bajando mucho», incide y solicita que «los que más capacidad de agua embalsada tengan, presten más a la cuenca».

En los últimos diez días, el reflejo de esa situación se ha visto en los pantanos. Según los partes diarios de la CHE, Mansilla acabó julio y comenzó agosto dejando fluir 0,55 hectómetros cúbicos al día. A partir del 3 de agosto los partes reflejan la salida de 1,02 hectómetros cúbicos diarios, tres veces más de lo que recibía en cada jornada. En el González Lacasa, por ejemplo, las salidas han crecido hasta 0,279 hectómetros cúbicos y Pajares llegó a 'perder' 0,29 hectómetros cúbicos el 3, 4 y 5 de agosto para educir posteriormente su aportación hasta los 0,14.