Secciones
Servicios
Destacamos
Cumplida la primera semana de la acampada en el campus del Comité de Solidaridad con el Pueblo Palestino de la Universidad de La Rioja, y ya con 29 tiendas establecidas, la protesta sigue firme y con la permisividad del Rectorado. Los representantes de la acampada solicitaron permiso oficial para permanecer a la UR, que les ha suministrado electricidad y cedido espacios para actividades, y este podría concederse, condicionado a establecer un final.
«Desde el Consejo de Dirección se ha comunicado que, teniendo en cuenta que dicha solicitud está presentada por un colectivo formado por miembros de la comunidad universitaria, como en cualquier actividad no académica que se realiza en la Universidad, es necesario delimitar el tiempo de la misma», informó la UR. «Queremos seguir concienciando para contribuir a mejorar el mundo, a la espera de gestos por parte del Rectorado y del Gobierno», expuso Aroa Villoslada, presidenta del Consejo de Estudiantes.
Mientras tanto, la actividad reivindicativa continúa, ayer con un recital poético con voces como Jonás Sainz, Coke Martínez y Rosa Laso, y mañana con cuentacuentos a las 12.30 horas. «No necesitas quedarte a dormir para colaborar, puedas ayudar de muchas formas», aclara Villoslada. Por qué no, Ángela Sanz (28 años), graduada en ADE y trabajadora ajena al campus, espera el resultado de una oposición a la que se ha presentado tejiendo en el campamento, al que acude cuando puede, sin pernoctar. «He decidido unirme porque pienso que la Universidad debe mover las ideas, no solo darnos conocimientos, también hacernos pensar. Debemos solidarizarnos con la causa para concienciar», declaró Ángela en la tarde de ayer.
José Luis Ansorena
Profesor de la UR
Aritz Gil
Alumno de Educación Infantil (UR)
Lucía Sáenz (23 años), miembro de Colectivos de Jóvenes Comunistas, también espera el resultado de una oposición después de cursar un grado superior de Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. «Aunque ahora no soy estudiante, considero que toda la movilización estudiantil es muy potente en la sociedad», piensa Lucía, quien asegura acampar siempre que puede.
José Luis Ansorena, profesor de Análisis Matemático de la UR, también forma parte, si no de la acampada, de la protesta diurna. «Vengo a dar mi modesto apoyo en los ratos que puedo», explicó Ansorena. «Vemos a diario violación de derechos humanos en Palestina y es obligación del ciudadano visibilizar esas injusticias porque es la única manera de conseguir un mundo mejor», denunció. Pese a su opinión, la mayoría de los acampados son alumnos de la UR, profesores apenas se ve a Julio Rubio y a él. «Siempre hay mucho miedo a dar pasos en la dirección reivindicativa pero creo que no hay ninguna excusa para que las autoridades den un paso al frente», advirtió.
Ángela Sanz
Trabajadora graduada en GADE
Enrique Ramírez
Trabajador y alumno visitante UR
Aritz Gil, de 25 años, es alumno del grado en Educación Primaria de la UR, mientras trabaja con niños con diversidad funcional, y acampa cuando puede. «Estamos entrando en una apatía que da igual lo que veamos que nos aflige solo un par de minutos y hasta que no nos toca de cerca nadie se implica, pero tenemos voz para hablar por la gente que no lo puede hacer y está sufriendo», destaca Aritz Gil.
Enrique Ramírez trabaja fuera del campus y es alumno visitante de la UR. «Me siento muy identificado con la causa, por eso me he implicado. Es una situación injusta. No puedo quedarme impasible», opina Enrique,
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.