La UNED, una «gran desconocida» con más de mil alumnos

Con la admisión cerca de cerrarse (este martes), Isabel Martínez Ruano ya acierta a hacer una valoración de cómo se presenta el curso. «Muy bien porque estamos de matrículas como el año pasado o incluso un poco por encima», afirma la responsable. «Además, hay que esperar siempre al arreón final, que es cuando mucha gente se apunta», añade antes de lamentar algo. «Además de los grandes desconocidos somos los grandes olvidados», asegura. Y para ejemplificar su afirmación alude a las becas que este año ha implantado el Gobierno de La Rioja y que permiten acceder a la gratuidad en la matrícula. «Al principio no nos incluyeron; lo tuvimos que pedir nosotros», sentencia Martínez.

Una vez incluida, esa opción se convierte en una de las grandes novedades de este curso y, a la espera de que salga la convocatoria, desde la Consejería de Educación del Ejecutivo regional se especifica quiénes podrán optar a dicha beca. «Los alumnos de primer curso, siempre y cuando sean menores de 30 años y no tengan estudios universitarios, es decir, que sea la primera vez que se matriculan en la universidad», se expone. «Y tendrán gratis todas las asignaturas en las que se inscriban», se apostilla. Desde la UNED, por su parte, se afirma que fueron «bastantes» las personas que preguntaron por esta ayuda cuando se dio a conocer. «Pero aún no sabemos si influirá en el número de matriculados», apunta la directora del centro.

El número de alumnos, según indica Martínez, se mantiene estable. «Siempre nos movemos en torno al millar salvo en la pandemia, cuando subimos un 20% porque la gente se dio cuenta de que se podía formar desde casa», expone. La cantidad, por lo tanto, no ha variado, pero sí el perfil. «Ha cambiado muchísimo», señala Martínez. «Ahora, el 50% de nuestro alumnado tiene entre 25 y 35 años y de 20 a 25 también tenemos muchísimos estudiantes», asegura. «Antes, eran más mayores, aunque la horquilla de edad con la que trabajamos sigue siendo muy amplia», apuntilla. En su opinión, son varias las causas que explican este cambio. «Una es que tenemos alumnos que cursan con nosotros grados que no hay en otras universidades de aquí», expone para indicar después que Psicología, la especialidad más demandada, cuenta con más de dos centenares de estudiantes. «Aparte de eso –continúa– hay muchas familias que no pueden mandar a sus hijos a estudiar fuera, tal y como están las cosas, y si quieren hacer aquí la carrera, apuestan por esta opción».

Además, Martínez cuenta que, aunque se mantiene el perfil habitual de alumnos que compaginan estudios y trabajo, cada vez son más los que cursan en la UNED su primera carrera y que únicamente se dedican a los estudios y a sacar adelante unos exámenes que también marcan la diferencia con respecto a otras universidades. «Somos los únicos que mantenemos septiembre», dice la directora. «Lo hacemos así porque mucha gente se organiza para hacer unas asignaturas durante el curso y prepararse otras en el verano», añade para recordar después que su objetivo pasa por tener «siempre atendido» al alumno.

Además de los grados y los másteres, Martínez recuerda que en la UNED también hay un curso de acceso o un Centro Universitario de Idiomas. «Damos Inglés, Chino, Japonés, Esperanto...», enumera la directora quien incide en que la oferta se completa con cursos o con la UNED Sénior, entre otros servicios. «Esta última cumple 15 años, con una fidelización tremenda», sentencia.

Aparte de la oferta, Martínez quiere destacar «el enorme retorno social» que ofrece la UNED. «Nos damos poco a conocer, pero el retorno de cada euro que se invierte aquí es altísimo», asegura. «Es una universidad pública rigurosa y de calidad;el alumno tiene que esforzarse para sacar adelante sus estudios, pero salen muy bien preparados», concluye.

Concejal del Ayuntamiento de Logroño, director general de Infraestructuras, asesor en el Parlamento, alcalde de Ábalos... La trayectoria política de Vicente Urquía arrancó en 1977 y se ha alargado hasta la actualidad. Una labor que en la última década el socialista ha compaginado con otra: la de sus estudios en la UNED. Urquía cursa, precisamente, Ciencias Políticas y de la Administración y está a falta de una asignatura y del Trabajo Fin de Grado para acabar.

El actual responsable del Ayuntamiento de Ábalos cuenta cómo decidió iniciarse en este recorrido formativo. «Fue en 2014, llevaba muchos años en política pero no tenía ninguna titulación y en un mundo en el que la mayoría de la gente la tiene, vi que era necesario», explica. «Me lo planteé con la consciencia de que era una carrera difícil, pero estaba convencido de que podía aprender cosas nuevas y decidí tirar para adelante», añade.

Su experiencia laboral le permitió arrancar sus estudios y, desde el inicio, su compromiso ha sido constante. «He intentado matricularme en seis asignaturas cada año y de media he aprobado cuatro», expone. «Hay que dedicarle mucho tiempo y yo he ido sacándolo de las tardes y las noches que tenía más tranquilas o de los fines de semana», cuenta.

Urquía sabía que este iba a ser un camino «de largo recorrido», pero no le importó ni la edad ni ninguna otra circunstancia para hacerle frente. «Vi que la UNED era un instrumento valiosísimo para aquellos que no quisimos o no pudimos estudiar en su momento», expone. «Aunque hay que tener mucha fuerza de voluntad, hay flexibilidad;es de aquellas cosas que, si no existieran, habría que inventarlas porque te permite compaginar los estudios con el mundo laboral», remata.

Urquía reconoce que ha habido asignaturas que le han gustado más y otras que no tanto, pero asegura que los conocimientos adquiridos le han servido en su rutina laboral. «He aprendido cosas que he aplicado en mi trabajo», se congratula. «Las utilizo, por ejemplo, para las encuestas electorales, para analizarlas desde la profundidad y la objetividad y que así sean útiles», añade.

El alcalde de Ábalos, por último, destaca el apoyo de su familia a lo largo de este trayecto. «Están encantados;mi hija está acabando ahora un grado y nos hemos propuesto terminar los dos este curso para tratar de celebrarlo juntos», concluye el aún estudiante de la UNED.

Destaca la directora de la UNED en La Rioja, Isabel Martínez Ruano, el cambio de perfil que en los últimos años se está registrando en esta universidad pública. Cada vez los alumnos son más jóvenes y un claro ejemplo de esta tendencia es Esther Zariategui, quien en este curso inicia una nueva aventura en el centro formativo. Se ha matriculado en Historia del Arte.

Zariategui tiene solo 26 años. Estudió en su día Diseño de Interiores en la Esdir y actualmente se dedica a eso. Es su profesión. Sin embargo, al acabar Bachillerato, entre sus opciones de carrera también aparecía la Historia del Arte. Era algo que le atraía. «Me decanté por el diseño con la mentalidad de retomar esa opción dentro de unos años o cuando me jubilara», cuenta. «Pero he visto que la vida es muy corta y he decidido hacerlo ya y disfrutarlo», añade.

Dada su situación, la joven vio en la UNED el mejor instrumento para poder retomar los estudios sin necesidad de dejar a un lado su oficio. «Es la mejor manera de compaginar los estudios con mi profesión», opina la joven. «Me gusta porque te puedes organizar tú, aunque soy consciente de que hay que ponerle mucha fuerza de voluntad, ya que no tienes a nadie detrás como en una universidad presencial», argumenta antes de valorar de una manera positiva las tutorías semanales que ofrece la UNED. «Son clases que necesito porque no tiene nada que ver leer el manual por tu cuenta con que alguien te lo explique», comenta.

De momento, Zariategui ya tiene claro cómo se va a organizar en este primer curso. «Me he apuntado en dos asignaturas cada semestre y, en función de cómo me vaya este año, veré si en los próximos me matriculo en más o no», explica la estudiante de Historia del Arte, quien asegura que la mayoría de gente de su entorno le ha animado a que diera este paso para completar su formación. «Me he sentido muy apoyada, aunque otros sí que han vacilado un poco, sobre todo por el tema de la falta de tiempo», cuenta. «Pero creo que, como es algo que afronto con mucha ilusión, sí que le sacaré el tiempo necesario, aunque ya veremos qué pasa cuando lleguen los exámenes», finaliza.

La UNEDcuenta en La Rioja con 55 profesores. El responsable del claustro es Pablo Gil Minguillón, quien también es tutor tras haber cursado previamente el grado de Geografía e Historia en este centro y la licenciatura de Derecho en una universidad presencial. «He estado dando clases de ambas especialidades, aunque ahora estoy centrado sobre todo en el tema de Derecho», explica.

Gil Minguillón recuerda que los tutores tenían ya el objeto de «ayudar a distancia» a los alumnos en el momento en el que se creó la UNED. «Y esa sigue siendo nuestra labor principal: apoyar a los estudiantes, pero con una comunicación mucho más sencilla que antes gracias al desarrollo de la plataforma tecnológica», añade.

El docente expone que tanto su labor como la del resto de sus compañeros se resume en tres pilares. «Resolver dudas, explicar los temas y desarrollar la parte práctica de la asignatura», enumera antes de recordar que ya lleva diez años ejerciendo esta labor que le viene de familia. «Mi madre, por ejemplo, es profesora y a mí, al acabar mi formación en la UNED, me surgió la posibilidad y, como me gusta el sistema, di el paso», cuenta. «Además, como he estado al otro lado me puedo poner mejor en la piel del alumno», apostilla.

El responsable de tutores del centro, por otra parte, recuerda que la formación en la UNED «no es completamente opuesta» a la tradicional. «Es un modelo híbrido porque tienes la opción de acudir presencialmente a las tutorías, tienes a tu disposición profesores que te resuelven las dudas y, además, cuentas con una flexibilidad enorme», opina. «Para mí es el modelo ideal y nunca se ha querido desvincular de la cercanía de los profesores con los estudiantes», apuntilla.

Gil Minguillón, por último, defiende igualmente la calidad de la formación que se ofrece a través de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. «La gente sale muy bien preparada de aquí», sentencia. «Han adquirido tal capacidad de sacrificio y un hábito de estudio tan profundo que muchos se presentan a oposiciones y las sacan adelante», añade. «Son cuatro años, como mínimo, de esfuerzo, pero es una formación que también ayuda al desarrollo personal», remata.